Estamos de examen

Madrid empieza a examinarse hoy de olimpismo. Esta ciudad se ha preparado concienzudamente para aprobar todas y cada una de la asignaturas de esta selectividad que permite entrar en Copenhague para optar a la reválida y conseguir organizar los Juegos de 2016. Tenemos la corazonada de que estos exámenes nos van a salir muy bien, sin necesidad de utilizar chuletas y otras artes inconfensables. Nos sabemos la lección de memoria, tanto en la teoría como en la práctica, porque tenemos la experiencia de la anterior convocatoria, hace ahora cuatro años.

Cuando el próximo viernes acaben estos exámenes de selectividad, seguro que obtendremos nota, la mejor nota, porque es hora de presumir de que tenemos la mejor candidatura de las cuatro ciudades finalistas, y salvo que haya interferencias de otro tipo, desatinos políticos por ejemplo, las posibilidades de que Madrid organice los Juegos de 2016 son enormes.

Los miembros del comité de evaluación del COI, doce más una, encargados  de tomarnos la lección, habrán comprobado en las primeras horas de su estancia en Madrid, el apoyo inequívoco de esta ciudad a su candidatura, que no sólo se refleja en los medios de comunicación y en la cartelería electrónica, sino que está en el ambiente, se palpa en cualquier lugar, se ve, se siente, el nivel de compromiso está presente.

En una situación de crisis económica mundial como la que estamos viviendo, hay que hilar muy fino para hacer compatible una candidatura ambiciosa con una situación de precariedad económica, porque la ciudad que organice los Juegos de 2016 tiene que empezar a prepararse ya, y a ponerse en marcha a partir de octubre, lo que puede despertar algunas dudas sobre la capacidad de inversión que puedan tener algunas de las candidatas. No es el caso de Madrid; es decir, todo lo contrario.

Para los miembros del COI, sobre todo para los que tienen que decidir en Copenhague la candidatura ganadora, debe pesar mucho el hecho de que nuestra ciudad tenga ya terminadas, o a punto de terminar, el 77 por ciento de las infraestructuras deportivas previstas en el proyecto, y esto es toda una garantía en los tiempos de precariedad e incertidumbre que corren, lo que es otro dato más a nuestro favor.

Hoy es el primer día de examen, la primera jornada de una semana de duras pruebas, casi una maratón olímpica. No hemos dejado nada a la improvisación, todo va a ir bien; ahora sí; esta vez, sí. Tenemos una corazonada y algo más: tenemos la convicción de que a Madrid le ha llegado el momento de citarse con la historia olímpica.