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Explosión en Guriezo

La bomba de Guriezo es el atentado número 34 de  ETA en la región

La bomba de Guriezo es el atentado número 34 de ETA en la región

miércoles 06 de mayo de 2009, 23:25h
El artefacto que ha explotado este miercoles en Guriezo eleva a 34 el número de atentados que ETA ha llevado a cabo en Cantabria desde que en 1969 dos miembros de la banda terrorista protagonizaran un tiroteo en Liébana con agentes de la Guardia Civil.
Desde entonces, ETA ha perpetrado 34 acciones, las más grave el 19 de febrero de 1992, cuando la explosión de un coche bomba en el barrio de La Albericia de Santander al paso de un vehículo policial mató a tres personas e hirió a otras veintiuna.

    Dieciséis años después, la banda terrorista volvió a acabar con la vida de una persona en Cantabria, en este caso la del brigada Luis Conde, que falleció en Santoña tras la explosión de un coche-bomba en el Patronato Militar de la localidad.

    Entre ambas acciones, la banda ha realizado numerosos actos de diversa gravedad, desde colocar artefactos explosivos que sólo causaron daños materiales, como el pasado 20 de julio en Santoña y Laredo, o como  la colocación de una bomba de baja potencia en 2004 en el Paseo Pereda de Santander, a provocar heridos de diversa consideración, como cuando en marzo de 2006 un artefacto compuesto por cinco kilos de amonal hirió de forma leve a una persona en la sede de la falange de Santoña o como en 2005, cuando explotó un artefacto en un aparcamiento de Santillana del Mar, ocasionando heridas leves a 15 personas.

    Tres meses antes, el 6 de diciembre del 2005, fue desalojado el aeropuerto de Santander después de que una llamada al diario Gara anunciara, en nombre de ETA, la colocación de un lanzagranadas. Cuatro días después fueron hallados dos lanzagranadas sin utilizar en las proximidades del aeropuerto de Parayas.

    Muy llamativos fueron los atentados con coches bomba en 2002: uno causó graves destrozos en un aparcamiento de la plaza de Alfonso XIII de Santander, y otro cargado con 30 kilos de explosivos provocó heridas leves a cuatro personas y cuantiosos daños materiales junto al edificio santanderino de los Ministerios.

    En marzo de 1998 dos miembros del 'comando Vizcaya' intentaron asesinar al propietario de un bar de Castro Urdiales, pero su pistola se encasquilló cuando se disponían a disparar.

    Un mes antes, en la madrugada del 21 de febrero de 1998, la policía explosionó una bomba con tres kilos de cloratita descubierta por dos jóvenes del PP en la sede de su partido en Santander, horas antes de una convención de Nuevas Generaciones. La explosión causó importantes daños en edificios y automóviles.

    El 20 de agosto de 1997 artificieros de la Guardia Civil desactivaron tres lanzagranadas que apuntaban contra la casa cuartel del instituto armado en Comillas y que habían sido descubiertos por turistas que paseaban por la playa.

    El 23 de octubre de 1990 un coche cargado con 80 kilos de explosivo fue explosionado por artificieros de la Guardia Civil en Pesués. La deflagración causó daños en un colegio y en el ayuntamiento por varios cientos de millones de pesetas. Al parecer, el objetivo de ETA era lanzar el vehículo por una pendiente contra el cuartel de la Guardia Civil.

    El 20 de agosto de 1983 dos bombas colocadas por ETA estallaron en las ventanas laterales de la casa cuartel de Laredo y causaron heridas graves a la hija de un agente.

    El resto de las acciones terroristas, casi todas en los años ochenta, tuvieron como objetivo barcos de la armada, concesionarios de automóviles e instalaciones de Renfe y de la empresa "Equipos Nucleares", donde se reparaba un generador para la central nuclear de Lemóniz. Todas ellas causaron únicamente daños materiales.
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