Rosa Díez, la segúnda política más valorada del país, en Ciudad Real

La diputada nacional y dirigente de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, aseguró que, de cara a las elecciones europeas del 7 de junio, es un "reto viable" para este partido ser la tercera fuerza política española en número de votos.

En un acto preelectoral en una plaza céntrica de Ciudad Real, donde comparecieron varias decenas de personas, Rosa Díez explicó sus principales planteamientos de cara a estos comicios y contestó a las preguntas que se le hicieron.

En declaraciones previas a Europa Press, Díez, en referencia al barómetro del CIS del mes de abril, donde UPyD baja del 3,1 al 2,9 por ciento en intención de voto con respecto al anterior, señaló que, en todo caso, ese porcentaje triplica al obtenido en las últimas elecciones generales, primeras en las que se presentaba su partido.

También destacó como positivo el hecho de que, ella misma sea la segunda política mejor valorada, con 4,28 puntos, sólo por detrás del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Con respecto a las elecciones europeas, señaló que la principal intención de UPyD es la de convencer a la gente de que las mismas no son unas primarias entre Rodríguez Zapatero y Rajoy para ver quién va a gobernar España.

Se trata, añadió, de elegir a representantes en un Parlamento, el europeo, en el que "se deciden cosas cotidianas y que afectan directamente a los ciudadanos, como normativas sobre jornadas laborales, inmigración o el acceso a Internet".

Agregó Rosa Díez que, en todo caso, la situación española va a formar parte de sus intervenciones, ya que, dijo, no se puede construir una Europa fuerte sin que exista una España fuerte, ya que hay partidos que, puntualizó, "el PSOE lo hace", debilitan las instituciones comunes en el país.

Ante la situación económica y el Debate del Estado de la Nación de la próxima semana, Díez consideró necesario que el Gobierno llame a las fuerzas políticas y agentes sociales para estudiar una posible salida a la crisis, ante la "debilidad de la estructura económica española y la propia debilidad del Gobierno".