A hacer “peinetas”

Velázquez, que era sevillano, fue la primera persona que entendió que en la Corte de Madrid lo importante es el horizonte. Somos una región que disfruta poco con el presente pero que es feliz cuando se proyecta en el futuro. Ahora mismo nuestro horizonte se llama 2016 y está lleno de obras, de excelentes comunicaciones, de todo tipo de beneficios. Pero igual que tiene “peinetas” también tiene puñetas.

Una vez idos los miembros del COI, (uno empezaba a sospechar que iban a pedir asilo político en el piano-bar del Villamagna), nos queda el horizonte político. De aquí al 2016 pueden pasar tantas variantes y carambolas de los equilibrios que nadie puede garantizar que sea Gallardón, como alcalde, el que inaugure los Juegos.

La edil Ana Botella ha mandado redactar un informe medioambiental del volley-playa; pues cuando concluyan el escrito se podrían poner manos a la obra para hacer otro informe de impacto político en el futuro inmediato. Esto es: en la bronca permanente que se vive en la Asamblea, en los tres imputados del PP que podrían devolver el acta, en los cambios que pretende realizar Rajoy tras ganar las europeas. Y otro tanto se podría contar en el PSOE donde tienen que adelantar el futuro para que Madrid no se les convierta en un bien inalcanzable. Los movimientos de Tomás Gómez con los ministros de Madrid son maniobras, ensayos de gobierno, y de paso fotos que a él le vienen muy bien para darse a conocer en las encuestas. Gómez tiene que quitarse la imagen de Mister “Niet” para fajarse en el debate político y autoproclamarse un político sólido.

Por eso acude al Club Siglo XXI donde le ofrecen la oportunidad de pellizcar ese futuro con los dedos ante un auditorio que tiene la habilidad de descontar el futuro.

Lo único que tenemos por cierto es que en el futuro quedarán las infraestructuras deportivas, pero de ahí a saber quiénes las gobernarán hay un siglo de distancia.

Einstein tenía que haber nacido en Madrid porque hubiera podido elaborar con mayor detalle la Teoría de la Relatividad. Esta ciudad está cargada de futuro porque a muy pocos le interesa el presente.

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