El Defensor del Menor, Arturo Canalda, pidió este lunes que los menores infractores que tengan problemas con las drogas sean internados en régimen terapéutico de forma obligatoria. Actualmente, depende de la voluntariedad del menor.
Durante una conferencia impartida este lunes en La Casa Encendida, Canalda recordó que, durante la primera fase del consumo de drogas, "casi nadie tiene voluntad de someterse a un programa de desintoxicación. Con razón llaman a este período la 'luna de miel'. Debería existir la posibilidad de que un menor que cumple medidas judiciales y tenga problemas con las drogas se sometiera a un régimen terapéutico de forma obligatoria", añadió.
En este sentido, el Defensor del Menor felicitó a la Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor (ARRMI), dependiente de la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior, por haber "paliado este déficit legal implantando un
programa de deshabituación en todos sus centros".
Por otro lado, Canalda elogió el
programa específico para menores que han cometido delitos de maltrato familiar de la ARRMI y mencionó las palabras de una madre que confesaba haber tenido miedos y dudas cuando denunció a su hijo, "pero ahora veo que ha servido para algo".
"Sería deseable que este trabajo con menores que cometen maltrato familiar no solo se desarrollara en los centros de internamiento, sino que se ampliaran los criterios de admisión en los actuales centros de día o se crearan otros nuevos donde se tratara este tipo de problemáticas, incluso si los menores no han llegado a delinquir", advirtió.
Además del centro El Laurel, gestionado por Fundación Grupo Norte, y que sirve de lugar de internamiento para estos menores, la ARRMI ha completado el programa de maltrato familiar con el
Grupo de Convivencia Luis Amigó, pensado para jóvenes con denlitos de maltrato familiar internados en régimen abierto o con medidas de libertad vigilada.
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