Una presencia que, desde luego, no puede extrañar a nadie si se tiene en cuenta que son los socialistas quienes ostentan el poder autonómico y por lo tanto es lógico que sea su gente la que ocupe esos cargos públicos, de los que van a ser relevados esta misma semana, con lo que finalmente es de esperar que acaben las acusaciones indiscriminadas de uso y abuso de los mismos, e incluso del dinero específicamente destinado a ellos, lanzadas desde los partidos de la oposición, acusaciones que empezaron hace meses cuando el por entonces consejero de Turismo, Comercio y Deporte, Paulino Plata, fue designado aspirante a la Alcaldía de una Marbella por la que, desde entonces, desplegó una actividad tan inusitada como aparentemente lógica desde el cargo que desempeñaba.
Una Marbella que de un año hacia acá ha sido inevitablemente identificada como signo inequívoco de corrupción gracias a los tejemanejes de sus anteriores rectores municipales que ha dado con los huesos de más de uno en la cárcel (mientras muchos otros andan fueran bajo fianzas millonarias) pero cuyo sillón de alcalde se ha convertido en una de las piezas más apetecidas en estas próximas elecciones y donde se va a entablar, sin duda, una de las batallas más encarnizadas en la carrera electoral que supone la ya inminente campaña.
Aunque tal vez, los métodos elegidos no sean los idóneos por parte de alguno de los candidatos, como es el caso del citado Paulino Plata, que hace unos días, a falta quizás de algún mejor elemento, ha venido a acusar al Partido Popular y a su candidata, Ángeles Muñoz, de utilizar los mismos medios y parafernalia que en su día utilizó Jesús Gil para hacerse con la Alcaldía. Lo que ocurre es que eso, relacionar a esta candidata con tales medios puede llevar a muchos a la reflexión de que los ediles del PP en Marbella han sido los únicos que no se han visto afectados en esas maniobras corruptas y que ni siquiera se implicaron en aquella moción de censura que llevó al poder a antiguos gilistas, socialistas y andalucistas que han desfilado posteriormente ante el juez Miguel Ángel Torres.
Pero de lo que no hay duda tampoco es de la ambición que todos tienen por ese sillón tan corrupto durante años. Chaves decidió elegir de entre los suyos a quien como Paulino Plata debe saber bastante de ese turismo del que vive, sobre todo, Marbella. Y ya le ha apoyado públicamente con esa conferencia política socialista en la que estuvo acompañado además por la vicepresidenta Fernández de la Vega. Pero también Mariano Rajoy y Javier Arenas han pasado por la ciudad de la Costa del Sol en apoyo de Ángeles Muñoz. Y seguro que alguno o algunos de ellos repetirán paseo antes del cierre de campaña. Sin duda Marbella, la que dicen más corrupta, es también la más ansiada.
Si (
No(
