Zona de paz,pero sigue en aumento el gasto militar

Los últimos días de agosto, los países de la recién creada Unasur declararon a la región zona de paz y seguridad, en Bariloche. Sin embargo, resulta contradictorio que se haga esa declaración cuando persiste una marcada tendencia a la expansión del gasto militar y la compra de armamento y ese gasto ha llegado a cifras que sobrepasan los niveles del pasado.

La última millonaria compra fue anunciada esta semana por los presidentes del Brasil y Francia: este último país venderá al primero equipos por $12 000 millones: 36 aviones cazabombarderos y cinco submarinos -incluido un submarino nuclear- son parte de esa millonaria adquisición. Por su parte, Venezuela ha comprado en los tres últimos años armamento a Rusia por más de $4 000 millones y ha anunciado que proseguirá en esas compras. El coronel Chávez, prevalido de esas adquisiciones, llegó a anunciar inclusive que soplan vientos de guerra en la región. Chile hizo también una muy alta inversión en equipamiento militar. Por supuesto, Colombia, que cuenta con la millonaria ayuda de los Estados Unidos por el Plan Colombia, tiene equipo militar de reciente generación. También el Ecuador ha adquirido los aviones Supertucanos al Brasil y ha dedicado un significativo porcentaje de recursos fiscales a adquisición de armas. Igualmente, Bolivia las ha comprado, por lo cual, el Paraguay ha manifestado inquietud.

Para que la declaración de zona de paz no quede en un simple enunciado de buenas intenciones, debería traducirse en acuerdos concretos para limitar paulatinamente el gasto militar y evitar el cuantioso dispendio de recursos en este rubro. Con la compra de un país, siempre habrá justificación para que otro siga también el mismo camino con el efecto del crecimiento del gasto militar como una peligrosa bola de nieve. En 2008, este llegó a 34 000 millones en Sudamérica según las cifras del Instituto de Investigaciones para la Paz Internacional de Estocolmo.