El que prueba repite

Como era de esperarse, el presidente nicaragüense Daniel Ortega acaba de optar también por la reelección, la moda impuesta en el bloque bolivariano, al igual que la revolución socialista y su férreo rechazo al imperio.

Venezuela, Bolivia y Ecuador la aprobaron en las urnas, mientras Nicaragua lo hizo por la vía judicial.

Hasta ahora solo Manuel Zelaya fracasó en el intento y Honduras está sumida en una profunda crisis política desde junio.

Ortega, que ya fue jefe de Estado entre 1985 y 1990 e inició su segundo mandato en 2007, logró la aprobación de su reelección continua, después de que no pudo reunir los votos necesarios en la Asamblea Nacional para reformar la Constitución.

Según la Unión de Organizaciones Democráticas de América (UnoAmérica) “el golpe a la Constitución” en Nicaragua es “una variante del mismo procedimiento usado por Hugo Chávez, Evo Morales y Rafael Correa para controlar los poderes públicos y establecer dictaduras vitalicias”.
 
Pero la tendencia nacida en la ALBA se extiende a otros países vecinos.

En Colombia, Álvaro Uribe se empeñó en sacar adelante un proyecto de ley sobre la convocatoria a un referendo para consultar a los ciudadanos si apoyan cambiar la Carta Magna y permitir al presidente optar a una segunda reelección en 2010.

Al parecer, al ocupar el sillón presidencial es válido el eslogan comercial de “quien prueba repite”. Es que estar en el poder durante muchos años sin lograr que los países progresen es muy bueno. Si no, que le pregunten a Fidel Castro.