José Blanco se gana Canarias

El ministro de Fomento, José Blanco, tan criticado hasta ahora en su faceta de “mano de hierro” de la disciplina interna del PSOE, se está apuntando éxito tras éxito en la gestión al frente de un Ministerio tan clave, y siempre tan polémico, como es Fomento, y lleva ahora, por la vía de impulsar un ambicioso proyecto del nuevo presidente de AENA, Juan Lema, camino de convertirse en el peninsular, por cierto gallego, mejor valorado en Canarias. El proyecto, de profunda y amplia trascendencia económica, y del que este DiarioCrítico de la Economía ha dado detallada información en primicia, consistiría en aprovechar las excelentes y crecientes instalaciones portuarias y aeroportuarias del Archipiélago para hacer de Canarias el gran “hub” tricontinental del Atlántico.

Como es sabido, los “hub” aéreos y marítimos son elementos nucleares de la actividad económica, con enorme incidencia de desarrollo sobre los territorios donde se ubican. Desde bastantes años atrás, y con sólo el silencio oficial por respuesta, se venía reclamando por los sectores económicos y empresariales de Canarias que se tomase en consideración la extraordinaria posición estratégica del archipiélago, de modo que un desarrollo al máximo, en capacidad y eficiencia, de los puertos y aeropuertos permitiese hacer de Canarias ese aludido gran “hub” tricontinental del Atlántico, es decir, el centro esencial del movimiento de mercancías y viajeros entre las dos orillas del Atlántico y por tanto, entre nada menos que tres continentes: Europa, África y América, algo por cierto de especial trascendencia ahora, cuando se aproxima el proceso de incorporación de África, empezando por su norte occidental, tan próximo a Canarias, a una actividad económica propia del mundo desarrollado.

Pues bien, parece que la situación ha cambiado rápidamente con la llegada al ministerio de Fomento de José Blanco, de modo que por fin el Gobierno del Estado parece que se toma en serio una oportunidad de tanta importancia, desde luego para la economía de Canarias, pero también para la economía de España en su conjunto.

Como acaba de señalar en Gran Canaria, donde visitaba las obras de ampliación del aeropuerto de Las Palmas –que será tras ellas el aeropuerto más importante y de mayor capacidad operativa del Atlántico– el nuevo presidente de AENA, Juan Lema, ingeniero de máxima experiencia y nivel en el sector de transporte aéreo, y tenido por hombre de confianza del ministro José Blanco, el proyecto no sólo es viable, sino que existe la voluntad de acometerlo, contando para ello, como una gran unidad estratégica, con la impresionante capacidad operativa del conjunto de todos los puertos y aeropuertos de Canarias, que integran una plataforma logística intermodal de enorme capacidad, con gran número de conexiones hacia los tres continentes y con avanzados sistemas de gestión e inspección de muy amplia capacidad.

Es obligado suponer que una actuación de esta envergadura, que puede hacer de Canarias una economía auténticamente avanzada y sólida, privilegiada en el escenario del Atlántico, tiene que ver con el peso político creciente del Archipiélago desde la llegada a su presidencia del muy moderado nacionalista Paulino Rivero, hábil político y hombre serio y creíble que se ha ganado a pulso respeto y prestigio en prácticamente todos los centros políticos del Estado y en todos los sectores, lo mismo del Gobierno que de la Oposición.