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Los procesos de fusión hacen aguas por todas partes

Las cajas, al borde del abismo por falta de entendimiento

Las cajas, al borde del abismo por falta de entendimiento

miércoles 11 de noviembre de 2009, 10:44h
El Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y el  presidente de la patronal de cajas, la CECA, Juan Ramón Quintás, coinciden en una cosa: la única forma de que las pequeñas y medianas cajas se salven de la crisis que vive el sector financiero es mediante la fusión. Pero parece que pueden más los intereses corporativos que los generales y los proyectos que se están llevando a cabo, de momento atraviesan por serias dificultades. El que parecía más modélico, el catalán que integra a Caixa Catalunya, Caixa Manresa y Caixa Tarragona acaba de sufrir un importante contratiempo: los sindicatos advierten que se opondrán en los consejos de administración a la fusión si ella supone despidos.
Los consejos de administración de estas tres entidades dieron luz verde, a mediados del mes pasado, a la creación de la cuarta caja de España por volumen de activos. Asimismo, decidieron crear un grupo de trabajo que se encargaría de diseñar el perfil de la nueva entidad.

   Pues bien, dicho perfil pasa, según las primeras estimaciones, por la baja de 1.800 empleados y el cierre de alrededor de un centenar de oficinas. El grupo de trabajo propone la prejubilación de 1.400 empleados con el 70% de las retribuciones netas que reciben en la actualidad y el despido, con 45 días por año trabajado, de los otros 400 trabajadores. Y los sindicatos, naturalmente, han dicho que no. Que se oponen radicalmente a esta medida. Sus representantes en los consejos de administración van a votar en contra de la fusión si ésta se lleva a cabo de esta manera.



   Por su parte, la Generalitat también se ha manifestado al respecto dejando sentado que no  darán el visto bueno a la operación si esta supone despidos de trabajadores. Así pues, obstáculos para una de las fusiones consideradas modélicas. La Caja resultante sumará más de 81.000 millones de activos y estará dirigida por el actual director general de Caixa Catalunya, Adolf Todó. Tendrá un consejo de administración que contará con 21 miembros. El presidente,  Narcís Serra, contará con cuatro vicepresidentes y tres representantes de los trabajadores. Estos, precisamente son los que, ahora, tienen la llave del buen fin del proyecto y lo han dejado claro: nada de baja, nada de prejubilaciones, nada de despidos... y cuentan con el apoyo de la Generalitat.

   Expertos señalan que si este proyecto salta por los aires, Caixa Catalunya atravesará por serios problemas de solvencia. Su ratio de morosidad es de los más elevados de España y sus activos tóxicos de suma importancia. Algo parecido con lo que va a ser otra fusión frustrada si alguien no lo remedia, la de Caja Burgos, Caja España y Caja Duero. La primera ha dado plantón a las otras dos. Su consejo de administración decidió, este martes, oponerse a la fusión, y las otras dos han dejado claro que o van las tres juntas o el proyecto salta por los aires.



   Una operación auspiciada por el gobierno de la Junta de Castilla y León que pretendía crear una caja de referencia en la comunidad autónoma donde cohabitan seis entidades. Al final, ha  sido la más pequeña de las tres, con cerca de 12.000 millones de euros en activos la que ha dado carpetazo a la fusión al no verse representada en la entidad resultante que hubiese sumado 57.000 millones en activos y se hubiese convertido en la sexta caja española.

   Y no todo termina aquí en este triste episodio de desencuentro de tres cajas castellano leonesas. Los directivos de Caja Duero han tenido que comprobar cómo 300 trabajadores de la entidad les recibían con empujones e insultos en Salamanca, donde celebraron la reunión del consejo de administración, teniendo que ser escoltados por agentes de la policía local. Y es que en todo este procedimiento hay con algo que no se contaba, con la oposición de los trabajadores que ven peligrar su puesto de trabajo.



   En Andalucía está pasando algo de lo mismo. Los sindicatos han advertido al presidente de Unicaja Braulio Medel, de que se van a oponer con todas sus fuerzas al proceso de fusión con Cajasur si el mismo implica excedentes de plantilla y duplicidad de oficinas. Pero lo más difícil del proceso de fusión de las dos cajas andaluzas no está en el tema laboral sino en las reticencias que muestran los propietarios de Cajasur, el Cabildo Catedralicio de Córdoba, es decir, la  iglesia Católica.

   El arzobispo de Sevilla y administrador apostólico de Córdoba, Juan José Asenjo,  expresa su deseo de que el proceso de fusión de Unicaja y CajaSur "llegue a consumarse" y que, para ello, "se allanen todas las dificultades que se están encontrando en estos momentos, pues estamos, ciertamente, en un impasse".

   Asenjo ha efectuado un aviso a navegantes: "que se tengan en cuenta, en primer término, los intereses y el futuro de los trabajadores, que se tengan en cuenta después los intereses de la ciudad de Córdoba, vinculada históricamente a la caja (CajaSur), y que se tengan también en cuenta la historia propia de esta caja, nacida en el seno del Cabildo Catedral".

   En cuanto a si la fusión supondrá recortes en la plantilla de CajaSur, Asenjo aclara que él no está "en los entresijos de las conversaciones en estos momentos", aunque sí destacó la necesidad de que "se arbitren las fórmulas más adecuadas para que la fusión no sea lesiva a los intereses, al futuro de los trabajadores y al futuro de sus familias".

   Unicaja  pide a CajaSur  que cierre 54 oficinas y reduzca un diez por ciento (unos 300 empleados) su plantilla, como paso previo a la fusión. Y es que Braulio Medel no se cansa de repetir que la operación sólo beneficia a Cajasur que se encuentra en dificultades financieras, según versiones próximas a la caja malagueña, por lo que su integración significaría su práctica salvación.



   Y en todo este lío de encuentros y desencuentros, lo que empieza a ser denunciado como un "lavado de cara" es lo que se llaman "fusiones virtuales", la más emblemática de ellas la protagonizada por la Caja de Ahorros de Navarra, la CAN. Los expertos consideran bastante sospechoso que la Entidad presidida por el propio presidente de la Comunidad Foral, Miguel Sanz, se haya volcado personalmente en un proceso que, a  juicio de muchos de ellos, carece de contenido porque  tanto CAN como Caja Canarias, la otra entidad  asociada a la idea, apenas tienen participaciones industriales relevantes por lo que el proyecto corre el riesgo de carecer de contenido. "Sólo se quedará en la instalación de una oficina centran en Madrid de una nueva corporación que será inaugurado a bombo y platillo por las autoridades autonómicas como si de una fusión efectiva se tratase", señalan en fuentes de la federación de banca de UGT. Los sindicatos ven con escepticismo una operación con la que creen que los políticos intentan salvar la cara ante las recomendaciones y sugerencias de las autoridades monetarias.

Otros movimientos


En lo que se refiere a la denominada "parte positiva" las entidades que mantienen sus proyectos de fusión o, incluso, anuncian nuevas operaciones, algunos medios de comunicación señalan que Cajastur no ha concluido, con la adquisición un tanto extraña de Caja Castilla La Mancha, su proceso de agrupación de otras cajas. Se  apunta concretamente a Caja Murcia, pero la entidad asturiana ha desmentido tal información : Cajastur asegura que "está dedicada exclusivamente al proceso de integración de Caja Castilla La Mancha",

   La entidad remitió este miércoles un comunicado a los medios de comunicación para aclarar esta cuestión, y asegura que está centrada en la operación con CCM que anunció la pasada semana, y que resuelve la situación de la entidad manchega, intervenida por el Banco de España desde marzo.

 

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