Chaves se defiende acusando al PP de pagar ‘peaje’ a Pedro J. Ramírez

Esta vez, sí. Esta vez el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, sí ha tenido aplomo suficiente para, mirando a los ojos a su interlocutor, el diputado popular por Córdoba, Rafael Merino, defender su honor y su credibilidad devolviendo al PP la acusación de “mentir” y denunciando que están pagando un “peaje” a Pedro José Ramírez, director de El Mundo. “No mienta usted a esta Cámara, me ratificó en todas mis palabras”, respondió Chaves a Merino cuando éste le acusó de mentir en sede parlamentaria en tres ocasiones concretas: 10, 17 y 24 de junio del presente año, a cuyas actas parlamentarias se remitió.

¿Estuvo o no estuvo Paula Chaves, hija del entonces presidente de la Junta de Andalucía, en la resolución del expediente por el que se concedieron más de 10 millones de euros a la empresa Matsa, de la cual es apoderada? La pregunta, pese a tanta ‘confirmación’ y desmentido en contra sigue en el aire. La publicación por El Mundo de un documento en el que, aparentemente, Paula Chaves estampó su firma como apoderada parece desmentir al vicepresidente tercero de Zapatero, pero Chaves ha respondido este miércoles con tanto aplomo y aparente seguridad que en el aire ha flotado la duda sobre si interpondrá una querella contra el diario El Mundo, que lleva la iniciativa en este caso.

Rafael Merino había encontrado, no obstante, munición contra Chaves y le acusó de mentir descaradamente: “Con estas mentiras, usted ha incumplido el código del buen Gobierno”; le citó frases textuales de un representante de Matsa que llevó las subvenciones sobre las “muy fluidas” relaciones que mantuvo con Paula Chaves; le conminó a dimitir por honorabilidad, y le aseguró que “la única cacería contra usted es la que está haciendo su propio partido en Andalucía”.

Chaves le devolvió a la pelota acusándole a su vez de mentiroso; diciéndole que “desmiento que mi hija haya tenido participación” en las subvenciones a Matsa; asegurándole nuevamente que “Paula Chaves no tramitó ningún expediente ante la Junta de Andalucía”, sino que fue un bufete de abogados; asegurando que “las mentiras no les van a servir para ocultar el Gürtel”, y, en fin, acusándoles de “pagar peaje” a Pedro José Ramírez.

La ‘pasarela Cibeles’ del fiestorro socialista

Previamente a este rifirrafe, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, mantuvo el suyo particular de todos los miércoles con la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, tan suelta como de costumbre. La popular no perdió ocasión de reprochar a los socialistas el ‘Apocalipsis-fashion’ que vivieron el pasado domingo en el Palacio de Congreso del IFEMA, con “pasarela Cibeles” incluida, para arropar a Zapatero, aparentemente cada vez más solo.

El tono de Soraya Sáenz se vio venir desde la primera frase: “La España que trabaja, la España que madruga, la España que no tiene tiempo para fiestas…” abucheos socialistas, claro, y llamada al orden del presidente José Bono… “por eso voy a decirle lo que les gritaron en la calle [mientras los socialistas estaban de ‘fiestorro’]: que el campo se muere y ustedes miran a otro lado”.

La ‘vice’, acostumbrada ya a estos lances, esta vez vino preparada con el símil agrario: “Su política es siempre de barbecho”, le respondió, para añadirle algunas puyas sobre que “hay que trabajar todos los días” y no ir de “cazavotos, porque no tienen credibilidad y por eso los españoles no les van a votar”.

Pero Sáenz de Santamaría también estaba ‘sembrada’: “Ustedes llaman trabajar a cualquier cosa. Usted, al campo, sólo va para empadronarse y, por cierto, irregularmente”. Dolió la frase, dolió, a Fernández de la Vega, por la sentencia que reconoce que se empadronó irregularmente en Valencia para poder ejercer el voto en esa circunscripción. Colofón de la portavoz del PP: “El campo tiene futuro y ustedes hace mucho tiempo que han dejado de tenerlo”.