Europa, puntilla a ZP

Europa puede dar la puntilla a Zapatero. Su presidencia europea, de carácter rotatorio (es decir, sin mérito alguno), durante el corto periodo de seis meses, puede ser suficiente para desenmascarar aún más y a nivel internacional, su inconsistencia y frivolidad. Su incapacidad política de gobernante.
En este caso, el tiro le habría salido por la culata, ya que precisamente esperaba que seria una ocasión para rehacerse de su maltrecha imagen en nuestro país. Por el contrario, su desprestigio internacional, puede precipitar su caída del muy debilitado pedestal en que se empeña mantenerse con falsas huidas hacia adelante.

Dentro del propio partido socialista ya se especula con nombres alternativos como candidatos en las próximas elecciones generales. Tanto es así, que el propio Felipe González, deseando echarle una mano, no se ha atrevido a decir más que "no hay en estos momentos ni un solo indicador que aconseje a Zapatero que no sea candidato en las elecciones del 2012”. A buen entendedor estas palabras bastan.

No tiene precisamente, Rodríguez Zapatero, currículum para poder exhibir en Europa. Y menos en economía, que es el reto principal que habrá que afrontar. Sin embargo, ha iniciado su presidencia europea con la arrogancia de presentarse casi como un redentor, pensando quizás que los demás no se fijarían en la mochilla repleta de los cuatro millones de parados que lleva en la espalda. Nuevamente se ha equivocado.

Es sintomático, comenta el solvente periodista Luís Foix, que los grandes medios europeos coincidan en señalar la fragilidad de la política económica de Zapatero respecto a cómo afronta la crisis en España y cómo piensa aportar soluciones a los problemas europeos. Tanta unanimidad, concluye, me inquieta.

Lo hacen, estos medios, no solo con argumentos, sino incluso con chanza, lo que resulta especialmente penoso para los ciudadanos de nuestro país. La anécdota del filtrar a Mister Bean en la web presidencial de Zapatero, sería graciosa si no reflejara el fondo de la cuestión.

Y es que la prensa internacional atiza, dia sí y otro también, a la flamante presidencia española en la Unión Europea. La idea de Zapatero, por ejemplo, de penalizar a los países que no cumplan (¿por arte de magia?) las previsiones de crecimiento, ha sido motivo de burla por The Wall Street Journal, que  titula uno de sus editoriales “Legislando la prosperidad”, en el que comenta que Zapatero "ha llegado con una ingeniosa solución contra la crisis, hacerla ilegal". De este modo, continúa el prestigioso diario, “los europeos inquietos debido a la recesión y el paro pueden relajarse, ya que, si el presidente socialista del Gobierno español se sale con la suya, esos problemas estarán dentro de poco prohibidos. ¿Cómo no se nos ocurrió pensarlo?”.

Zapatero continúa  en sus errores. Ahora a escala europea. Quizás siga creyendo, también a este nivel, en la magia de su talante y su sonrisa, que aquí no ha servido más que para mantenerse en el poder, a lomos de promesas incumplidas. Pero esto no vale a nivel europeo, y en el interior a la larga vale para que en su propio partido le empiecen a considerar un obstáculo para las próximas elecciones.

Bien podría ocurrirle que, contra sus pretensiones, la presidencia europea le diera definitivamente la puntilla.