Una llamada de atención al PSOE

No hay más que ver a Pizarro, don Luis. Al factotum de Chaves en Andalucía se le ha mudado la color cuando ha visto como el IESA, ese organismo subvencionado por la Junta y el CSIC y cuyo jefe era hasta hace un año el Portavoz del Gobierno de Griñán, Manuel Pérez Yruela, adelanta una imparable tendencia ascendente del PP y la paulatina bajada del PSOE en intención de voto. Estoy de acuerdo con Arenas y Sanz en que el sondeo ha sido "cocinado" y que la diferencia actual entre el PP y el PSOE no es sólo de 1,6 puntos, sino algo más, yo diría que casi tres. Aunque no lo parezca esta "cocina" es muy importante. EL PP, con el 43,2 % de los votos, obtendría 53 diputados, y el PSOE, con el 41,6%, estaría entre 52 y 53. Ninguno alcanzaría la mayoría absoluta (55 diputados) que se sitúa por encima del 46%. Este casi empate técnico obligaría a los socialistas a pactar con IU, que obtendría entre 3 y 4 escaños, para permitirle a Griñán (o quien sea el candidato en 2012) gobernar sin sobresaltos. Por ello no es lo mismo que el PP obtenga el 43,2% que el 46. La "cocina" hecha por Eduardo Moyano tiene su aquel y pretende crear un alarmante estado de opinión entre aquellos muchos que basan su vida en las subvenciones, ayudas y sueldos de la red clientelar socialista. Ya saben, aquellos que apuestan por el malo conocido.

Otra de las lecturas interesantes del sondeo hecho público el viernes es la hartura de los andaluces con el PSOE. Son ya más de treinta años con el gobierno del mismo color y eso aburre hasta a las ovejas. Por ello más del 60% de los andaluces, que siguen pensando que el PSOE volverá a ganar, desean que otro partido tome las riendas de la Junta. Ya iba siendo hora.
¿Y Griñán? Posiblemente sea el que peor parado haya salido de la encuesta en cuestión. Tras casi un año en el cargo, no sólo sigue siendo casi un completo desconocido para la mayor parte de los andaluces (sólo lo conoce el 28,7%), sino que casi la mitad de los encuestados o "pasa" o valora negativamente su gestión y aunque cerca del 60% opina que debería cambiar la actual política,el 39,5 cree que Pepe Griñán nada va a cambiar en la Junta respecto a lo que hacía su antecesor, Manuel Chaves.

Así las cosas, no es de extrañar que el PSOE andaluz ande buscando líderes hasta debajo de las piedras. El IESA no ha hecho sino confirmar que, con todos mis respetos, Griñán no el el candidato más idóneo para encarar unas difíciles elecciones en 2012, de las que no sólo va a depender el futuro de Andalucía, sino que sus resultados serán decisivos para que Rajoy logre vencer en las generales.

Alguien, en San Vicente y en Ferraz, se está tentando la ropa y no tarderemos mucho en contemplar "movimientos en la oscuridad" tratando de buscar soluciones antes de que sea demasiado tarde. Es verdad que aún quedan más de dos años para las elecciones generales y andaluzas y pueden pasar muchas cosas que, incluso le den la vuelta a la tortilla, aunque, sinceramente, lo veo difícil por la incapacidad e ineptitud de nuestro actual presidente. Y esta vez no me refiero a Pepe Griñán, sino a José Luis "mister Bean" Rodríguez Zapatero