En Croacia, el técnico aragonés se estrenó como seleccionador y el combinado nacional firmó su peor actuación al concluir en la decimotercera posición, cinco meses después del bronce en los Juegos Olímpicos de Pekín -al que corresponde la foto-. Ahora, y con más tiempo para preparar la competición, Rivera espera que sus hombres den su mejor medida y puedan volver a pelear por unas semifinales que se antojan complicadas por el nivel del torneo y ciertas dudas ofrecidas por los españoles.
España ha completado una fase de preparación con victorias cómodas ante rivales modestos como Brasil (en dos ocasiones), Suiza y Rumanía, ninguno de estos dos últimos presentes en el Europeo, mientras que en su examen más serio, ante la subcampeona olímpica Islandia, la sensación no fue demasiado buena (27-30).
El primer objetivo es superar el grupo de la primera fase, bastante duro y con el principal favorito al título, Francia, actual campeona del mundo y olímpica, y que quiere hacer el 'triplete'. Los galos, con los que se empató en un amistoso en noviembre en Madrid (23-23), son los actuales 'ogros' en el Viejo Continente, y acuden con un equipo liderado por Omeyer, Karabatic, Abalo, los hermanos Guille o Narcisse.
Además, de los de Claude Onesta, el rival del último día, la selección española también afrontará partidos duros ante la República Checa, el conjunto del debú (18.15) y del que Valero Rivera ha destacado que tiene mucho peligro, y ante la siempre complicada Hungría, pese a que los magiares acuden sin Laszlo Nagy.
Por ello, la victoria en los dos primeros partidos se antoja clave para poder optar a la lucha por las medallas. La derrota ante Francia se puede producir, y un 'pleno' de triunfos sería un refuerzo moral para un equipo con muchos jugadores de los que estuvieron en Croacia y que quieren su particular revancha. En la segunda fase, los rivales saldrían de un grupo duro formado por Alemania, Suecia, Polonia y Eslovenia.
Mejora defensiva
La clave va a estar nuevamente en una mejora defensiva y en una mayor efectividad en ataque, donde el técnico insistirá en tener una mayor continuidad y no perder tantos balones, uno de los talones de Aquiles del equipo. Para aumentar el nivel defensivo, apostará por el 6-0 en lugar de por el 5-1 que presentó en el anterior Mundial.
En cuanto a la convocatoria, España contará con un bloque conocido donde la gran novedad es la del portero de origen serbio Arpad Sterbik, considerado junto a Thierry Omeyer como el mejor del mundo. A los conocidos Iker Romero, Alberto Entrerríos, Rubén Garabaya, José Javier Hombrados o 'Juanín' García, campeones del mundo en 2005 y subcampeones de Europa en 2006, se unen jugadores que deben dar un paso adelante como Víctor Tomás, Raúl Entrerríos, Cristian Malmagro o Julen Aguinagalde, y nuevos nombres como Mikel Arrizebalaga o Eduardo Gurbindo.
Además de Francia, otras de las favoritas serán Croacia, actual subcampeona europea y del mundo, Dinamarca, que defiende título y que lleva cuatro Europeos en el podio, o las siempre competitivas y duras Islandia, Alemania, Polonia y Suecia.