Opinion - Consuelo Sánchez Vicente

Pero hombre, ministro

31-01-2010 - Consuelo Sánchez Vicente

   En un encuentro con el grupo de Mayores del PSOE, el ministro de Trabajo Celestino Corbacho ha dicho que las cuentas de la Seguridad son "magníficas" y gozan de una "salud de hierro"; salid a los senderos y predicad la buena nueva para tranquilizar a los pensionistas, le ha faltado decir. Magnífica, la ocasión que ha perdido usted de buscar otro ejemplo mejor o, en su defecto, de callarse señor mío. Salud de hierro, pues hombre, peligro de quiebra inminente es verdad que no hay y sería una crueldad irresponsable agitar el fantasma de que sus magros ingresos peligran ante los actuales pensionistas. Pero hasta el hierro se funde y se deshace, es cuestión de aplicarle el suficiente calor; y se oxida, se corroe y se quiebra como una hoja seca cuando entra en contacto con el agua, aunque sea una sola gota, basta con que sea pertinaz

   Esta manía de Corbacho de tirar de propaganda cuando todos estamos al cabo de la calle de la ruina que tenemos encima por el paro, la crisis y la tendencia a convertirse en una 'palangana' de la curva demográfica española - el borde, los mayores, la base los jóvenes - son ganas de meterse en problemas, porque, vale que el ministro y el gobierno no tengan la culpa de que la proyección de la población de nuestro país sea que en cuarenta años nueve ciudadanos activos tendrán que mantener a diez que no trabajan, entre viejos y niños; pero ya basta de decir que lo que es negro es blanco.

   Hasta el presidente ha dicho que quiere subir la edad de la jubilación para evitar que las pensiones quiebren, no hoy, mañana. Para evitar que los que estamos cotizando hoy, mañana no tengamos pensión o emule en miseria la de las viudas por ejemplo. Para evitar que pase con las pensiones lo que está pasando con los sueldos que antes llamábamos con guasa y cierta suficiencia 'mileuristas', que hoy son casi sueldos de ricos. Ahora a los jóvenes no se les paga ni eso, seiscientos, setecientos euros es lo normal. O nada, porque hay mucha empresa lista que está cambiando a los trabajadores por becarios gratis total, con el cuento chino de los acuerdos con las universidades y de que ya les pagan enseñándoles el oficio. Le va a pasar, ministro, como con la cartita de autobombo que acaba de mandarle a mi padre presumiendo de que le ha subido cuatro euros la pensión: me lo ha contado él, en realidad cobra tres menos porque han subido ustedes los impuestos. Está que trina no por la bajada sino por el engaño. Y como mi padre, ministro, hay varios millones de 'mayores' que saben sumar.

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