Fallece otro anciano a consecuencia del incendio de la residencia Aurora

Uno de los ancianos heridos de gravedad en el incendio originado en residencia de mayores 'Aurora', ubicada en el número 98 de la calle Marqués de Nervión, falleció esta madrugada en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, con lo que se eleva a siete el número de víctimas mortales provocadas por el fuego, según confirmaron a Europa Press fuentes de la Delegación Provincial de Salud. De este modo, y según el último parte médico, ha fallecido una de las personas ingresadas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Virgen del Rocío, por lo que el total de fallecidos por el incendio asciende a siete personas, cuatro mujeres y tres hombres.

Asimismo, cuatro de las personas afectadas por el incendio permanecen ingresadas en hospitales públicos de Sevilla. En concreto, en el Hospital Virgen Macarena permanecen actualmente ingresadas dos personas, un hombre en el Área de Medicina Interna, y una mujer en la Unidad de Cuidados Intensivos, la cual está pendiente de ser trasladada a la Unidad de Quemados del Hospital Virgen del Rocío. Por su parte, en este último centro hospitalario permanecen ingresadas dos personas que evolucionan favorablemente. Se trata de un hombre en la Unidad de Quemados y otro en la UCI del Hospital General.

Además de estos seis fallecidos, todos ellos residentes del geriátrico, que han sido trasladados al Anatómico Forense, se produjeron también once heridos, según fuentes del 061. De ellos, diez continúan hospitalizados, tres de ellos en estado muy grave, e incluso se teme por la vida de uno cuyo estado es crítico. Además, otras nueve personas fueron atendidas en la residencia, según un portavoz del Servicio de Emergencias 112.

Todo ocurrió en escasos minutos. La tranquilidad del barrio de Nervión se vio interrumpida a media noche cuando las sirenas de los bomberos, policía y ambulancias rompían la noche en los alrededores del Sánchez Pizjuán. Una conocida residencia de ancianos privada, era pasto de las llamas. El fuego se inició en una habitación de la tercera planta del edificio, que tiene tres pisos, donde se halló el cuerpo de una mujer carbonizada, y otros cuatro cadáveres que estaban en la misma planta y que habían muerto asfixiados por el humo. La sexta víctima falleció ya ingresada en el hospital.

El centro, que según la Junta de Andalucía es "totalmente privado" y no tenía "plazas concertadas",  acogía a 19 residentes que estaban con dos cuidadores. Coches fúnebres flanqueaban a las muchas dotaciones de Bomberos, Policía Nacional y Local y ambulancias en torno al edificio. Mientras se aguardaba a que se levantaran los cadáveres -el juez llegó a la 1.20- crecía la expectación de los curiosos, asombrados por la magnitud de la tragedia. La llegada de familiares inició escenas de histeria. En torno al edificio se colocó una cortina de sábanas para evitar que se vieran los cadáveres sacados del asilo.

Los bomberos tardaron 4 minutos y medio en llegar al lugar desde que el 112 les alertó tras recibir varias llamadas de ciudadanos que les informaban del suceso, según informó el delegado de Seguridad del Ayuntamiento, y que fue confirmado también por la consejera de Igualdad y Bienestar Social, quien destacó que la actuación de Bomberos, Policía Local y Policía Nacional fue "absolutamente rápida", aunque su labor se vio dificultada por el hecho de que el fuego se declaró cuando los residentes "estaban dormidos". Cuando los efectivos de rescate llegaron al geriátrico, se llevó a cabo una cadena humana para sacar a los residentes de las plantas superiores. Hasta la zona se desplazaron siete dotaciones de bomberos, diez de Policía Local y otras diez del Cuerpo Nacional de Policía.

Un accidente de origen eléctrico se ha confirmado como la causa más probable del incendio. Así parece determinarlo por el momento la exhaustiva inspección ocular llevada a cabo durante toda la mañana de ayer por especialistas en incendios de la Policía Científica. Una primera impresión apunta a que el siniestro pudo comenzar en el colchón antiescaras sobre el que dormía la anciana que resultó calcinada. Este tipo de colchón lleva un sistema eléctrico para mantener la presión y evitar la ulceración de personas impedidas, pero en el mismo, con el paso del tiempo, pueden producirse oquedades que lo hacen propenso a un recalentamiento excesivo. De haber sido así, este fallo ocasionó una combustión lenta, con gran humareda que acabó provocando el incendio que calcinó a la víctima sobre su propia cama.
Una segunda hipótesis, prácticamente descartada, apunta al aparato de aire acondicionado como causa del siniestro. Los especialistas tuvieron que retrasar hasta la mañana de ayer la inspección ocular de la habitación de la segunda planta de la residencia en la que se inició el fuego, precisamente la que ocupaba una prima hermana de la propietaria del centro geriátrico, ya que la estancia resultó afectada hasta el punto de que lo único que quedó en pie era el esqueleto de la cama en la que pereció carbonizada la única ocupante. Incluso el revestimiento del techo se vino abajo como consecuencia de las llamas. El fuego y el humo se extendieron rápidamente por la habitación y, a través del pasillo, alcanzaron al resto de las habitaciones. En este sentido, técnicos en incendios consideraron la posibilidad de que el humo invadiera las habitaciones en el momento en que los propios ancianos abrieron la puerta en un intento de ponerse a salvo.
La estrechez de la calle, en la que se estaciona en ambos lados dejando libre sólo una franja de unos cinco metros, impidió que las ambulancias pudieran llegar hasta la puerta de la residencia, donde dos camiones de bomberos trabajaban a destajo. En concreto, el 112 movilizó a dos equipos del 061; una ambulancia de soporte vital básico; dos ambulancias de la RTU; un equipo móvil del SAS; un equipo de transporte secundario de críticos y una ambulancia colectiva.