Durante el primer mes del año la Policía Nacional y la Guardia Civil han realizado más de cinco mil dispositivos disuasorios de seguridad y ha multiplicado los controles con motivo de la presidencia española de la UE, especialmente allí donde hay actos programados.
Su carácter es básicamente preventivo, pero también da sus frutos. Simplemente su presencia ha provocado un descenso en la tasa de criminalidad considerable y mantiene a España entre los países más seguros, según fuentes policiales.
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