La nota de color en el inicio de Cumbre

Algunas sorpresas en la indumentaria y en la llegada de los líderes latinoamericanos al hotel mexicano donde hoy comenzó la Cumbre del Grupo de Río y los problemas de salud de alguno de ellos marcaron la primera jornada de esta reunión en Playa del Carmen, en la Riviera Maya.

Así, mientras que el mandatario boliviano, Evo Morales, se presentó con una camisa de manga corta con el lema bordado "Evo presidente", el venezolano Hugo Chávez llegó a la recepción de los líderes gritando "¡Viva México!" ante el anfitrión de la cita, el mexicano Felipe Calderón, y la primera dama del país, Margarita Zavala.

También fue comentada la llegada en silla de ruedas del líder ecuatoriano, Rafael Correa, tras su reciente operación de rodilla en Cuba, aunque para la foto oficial que se tomó unas horas después prefirió utilizar unas muletas que disimulaban su dolencia. Otro problema de salud, en este caso una indigestión, impidió a última hora la llegada del presidente de El Salvador, Mauricio Funes, que se vio obligado a suspender esta mañana su viaje a México.

Entre el resto de participantes volvió a triunfar ampliamente la tradicional guayabera de gala de color blanco, como ocurrió con el cubano Raúl Castro y el mexicano Felipe Calderón, mientras que los presidentes de Paraguay, Fernando Lugo, y de Ecuador, Rafael Correa, llevaban bordadas las banderas de sus países en la parte delantera.

Quien no se salió del guión en su vestimenta fue Hugo Chávez, que compareció con su tradicional chaqueta militar de color verde olivo, mientras que toda su comitiva lucía camisetas de color rojo intenso.

Un reducido grupo de reporteros gráficos pudo acceder al vestíbulo del lujoso hotel Grand Velas, en cuyo Centro de Convenciones, con más de 8.000 metros cuadrados de superficie y capacidad para 3.500 personas, onde se celebra la cumbre. En un exclusivo salón privado, con vista al mar, de dicho establecimiento se celebró el almuerzo oficial de la jornada inaugural.

Para la noche de este lunes se ha organizado una cena en el parque ecológico Xcaret, a unos 20 kilómetros del hotel que acoge la cumbre, que será amenizado por bailes prehispánicos, según explicaron los organizadores.

Mientras tanto, los más de 400 periodistas de unos 120 medios de comunicación acreditados sólo tienen acceso por circuito cerrado de televisión a las ceremonias de inauguración y clausura desde el hotel en el que se aloja la mayoría de ellos, ubicado a un par de kilómetros del Grand Velas.

El acceso al exclusivo recinto, rodeado de un fuerte dispositivo de seguridad, esta vedado a los periodistas y sólo un reducido grupo de fotógrafos han sido llevados esta mañana para captar la sesión de inauguración y posteriormente hacer la foto de familia.

El primer presidente que llegó al aeropuerto Internacional de Cancún fue el uruguayo Tabaré Vázquez, que lo hizo el viernes y pidió privacidad, mientras que los últimos en arribar al conocido balneario mexicano esta misma mañana fueron los mandatarios de Cuba, Raúl Castro, y de Colombia, Álvaro Uribe.

Éste último no llegó a tiempo al inicio de la cumbre, aunque se incorporó una vez empezada y pudo participar en la tradicional foto de familia que se hizo en la piscina del hotel, con el mar Caribe de fondo.

Quienes si asistieron a la sesión inaugural de la cumbre fueron un centenar de invitados entre ellos los titulares del Banco Interamericano de Desarrollo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización de Estados Americanos (OEA) y varios gobernadores mexicanos.