Feliz cumpleaños

   Un año, sí. Hace un año que el Partido Socialista gobierna el País Vasco con el apoyo generoso del PP vasco. Un año no es nada y sin embargo muchas cosas han cambiado en este tiempo, por ejemplo el clima de convivencia en el País Vasco y en el resto de España. En un año el País Vasco ha dejado de generar noticias en negativo, en realidad ha desaparecido como problema y cuando se publican noticias en la prensa tienen que ver con asuntos de interés general. Es decir, creo que todos hemos salido ganando con el cambio político que se ha producido en el País Vasco.

   Las cosas, como eran los anteriores gobiernos nacionalistas con su proyecto independentista, estaban continuamente tensando la cuerda de la convivencia ciudadana entre los vascos entre sí y entre los vascos y el resto de España. Ahora sucede todo lo contrario. Quizá por eso el jefe de filas del PNV, Iñigo Urkullu, se acaba de quejar de que el Gobierno López ha puesto freno a la construcción de la nación vasca en la que los gobiernos peneuvistas venían trabajando sin descanso. Urkullu no sólo se queja, sino que ha anunciado un plan encaminado a recuperar el poder y sentar las bases de un nuevo País Vasco que defina su manera de estar con el resto de España. O sea, lo de siempre. Lo bueno que tiene el PNV es que no engaña. Dice lo que pretende, que es ni más ni menos, la independencia del País Vasco y asume con sinceridad que trabajaba en esa única dirección.

   En mi opinión, ha sido una suerte para el País Vasco y para el resto de España que Patxi López sea lehendakari con la ayuda del dirigente del PP Basagoiti. Ambos lo están haciendo bien y, sobre todo, han demostrado que de verdad les importan los ciudadanos.

El Gobierno López está centrado en dar respuestas a los problemas reales de la gente, en vez de dedicarse a destruir lo que hay, es decir el Estado de las Autonomías, para construir un imaginado "estado vasco".

   Sí, hay que felicitar al Gobierno vasco y a sus socios del PP por haber conseguido lo que parecía imposible y es que en un año el País Vasco ha dejado de ser una autonomía cuyos gobernantes sólo provocaban sobresaltos para ser una Comunidad Autónoma fuerte, potente, pero integrada con el resto. Felicidades a López y Basagoiti. Lo están haciendo rematadamente bien.