A las seis de la tarde (17.GMT) comenzaban a cerrar las urnas en algunas comunas y departamentos del país, aunque la consulta finalizará oficialmente a las ocho (19:00 GMT), hora en la que está previsto que cierren los colegios en las grandes ciudades, incluida París.
Las encuestas realizadas a pie de urna apuntan a que la abstención se situará en torno al 52 por ciento, lo que significa que más de la mitad de los 44,2 millones de franceses llamados a las urnas, no acudieron a votar.
Los sondeos confirman los últimos datos publicados por el Ministerio del Interior, según los cuales a las cinco de la tarde (16:00) solo había votado un 39,29 por ciento del electorado.
A esa misma hora, en las regionales de 2004, la tasa de participación fue del 49,66 por ciento, según el escueto comunicado difundido por Interior.
Por lo que se refiere a la intención de voto, las primeras estimaciones apuntan a que los dos partidos mayoritarios, la conservadora UMP del presidente
Nicolas Sarkozy, y el Partido Socialista liderado por
Martine Aubry, obtendrían entre el 27,5 y 29,5% de los sufragios.
Los ecologistas se quedarían en una horquilla de entre el 11 y el 13 por ciento, y los ultraderechistas del Frente Nacional (FN), entre 8,5 y el 10,5 por ciento.
En estos comicios, los franceses eligen, de entre 252 listas, a los 1.880 consejeros que gestionarán las regiones durante los próximos 4 años.
Cada una de las listas debe respetar el principio de paridad (un candidato hombre y una mujer) y solo podrán pasar a la segunda vuelta, el próximo domingo, las que consigan un mínimo del 10 por ciento de los sufragios.
No obstante, las que alcancen un 5 por ciento de los votos también podrán unirse a las que hayan conseguido el límite del 10 por ciento.