"Pájaros de papel"

No soy crítica de cine y por lo tanto no pretendo hacer un artículo dónde veo planos heredados de otros directores ni secuencias que me recuerden a ningún cuadro colgado en cualquier importante museo. Entiendo el cine como puro espectáculo y valoro las películas en función de si consiguen o no entretenerme y evadirme. Es posible, por lo tanto, que a veces una película me guste cuando la primera vez que la vi no consiguió engancharme.

Ayer vi pájaros de papel, la ópera prima de Emilio Aragón como director. Para escoger una película yo me fío del trailer. No soy tan sabia (ya me gustaría) como para viendo la ficha técnica, averiguar si puede llegar o no a gustarme. Así que no esperen leer en estas líneas ningún análisis sesudo secuencia sobre secuencia. Es verdad que el trailer es muchas veces engañoso y te pone justo las cuatro secuencias entretenidas del filme. Pero esta vez el trailer me indicó que podría gustarme la película y fui a verla y, efectivamente, me gustó.

Si me preguntan ustedes por el guión les diré que es previsible, que como siempre que se retrata en el cine español la posguerra, los malos son muy malos y los buenos muy buenos, que a veces cuesta trabajo olvidarse de que Imanol Arias en esta peli no es Antonio Alcántara o que Carmen Machi no es Aída (en este papel a la pobre también le toca hacer de chillona). Pero aún así, la película conmueve, es tierna, es bonita. No creo que se lleve el palmarés de los Goya. Pero seguro que se lleva el favor de muchos padres de familia que quieren que sus hijos vean por fin una película española dónde se habla de cosas de la vida misma sin hacer una análisis exhaustivo del sexo y sus derivados.

Es probable que mucha gente decida no ir a verla porque es cine español. Y porque (creen muchos) “los de la ceja sólo hacen películas guarras y de maricones” (la frase no es mía, lo prometo y además no la suscribo). Y es una pena porque hasta en el cine parece que andamos divididos con las dos Españas. Y como en todo, ni todo el cine español es malo ni todo lo que lleva la firma de Hollywwod es bueno. Eso creo yo, al menos. Pero ya les digo que yo no soy una experta crítica del séptimo arte.

Y por cierto, para todos aquellos niños que hoy están entre los 35 y 45 años, hay una sorpresa al final que consigue emocionar a más de uno. Servidora añoró viendo esos minutos finales los años infantiles dónde la frase "¿Cómo están ustedes?" auguraba unos muy buenos ratos de diversión

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