Bienvenidos al futuro

Quien me iba a decir a mí que después de más de 30 años ejerciendo el periodismo en el papel, me iba a reconvertir, a los 56, en un internauta que pierde los ojos ante la pantalla del ordenador. Vivir para ver. Claro que las circunstancias mandan y, por suerte o por desgracia, aún me quedan unos años para cobrar la jubilación si es que la llegamos a cobrar, y no me resigno a pasear o jugar a la petanca que es lo que suelen hacer los jubilados. El periodismo tiene un-no-sé-qué que, por más que te quieran apartar de él, siempre te agarra arrastrándote a buscar informaciones, analizar los hechos y expresar tus impresiones sobre cualquier acontecimiento que marque la actualidad.

Y aquí me tienen, en esta página web surgida casi de la nada que, poco a poco, con el trabajo ímprobo de un par de currantes natos, está saliendo adelante como un bebé neonato que necesita de una incubadora para sobrevivir. Son muchos los que ya han confiado en este proyecto y lo siguen día a día comentando artículos e informaciones, ofreciéndose a colaborar gratuitamente, detectando fallos y errores y, sobre todo, animándonos acontinuar adelante antes de que un mal resfriado, producto de la crisis, pueda acabar con su todavía corta vida. También hay algunos, malas personas, que quisieran que fracasásemos porque no consienten que triunfen aquellos a los que han tratado de hundir. Peor para ellos. Ladran, luego cablagamos.

En fin, mis queridos lectores, bienvenidos al futuro. El papel tiene los días contados y sólo resistirán aquellos que sepan que un medio de comunicación no es sólo marketing y restricciones de gastos. Cualquier periódico, ya sea generalista en papel o digital, tiene que buscar la calidad de sus actores. Ahorrar costes recortando siempre en las redacciones y sustituyendo grandes profesionales por becarios mileuristas es "pan para hoy y hambre para mañana". Claro que eso nunca lo entenderán los gerentes que lo mismo dirigen una empresa de tornillos que un periódico y para los que la cuenta de resultados es el salvaidas que protege sus sueldos millonarios.

Andalucía Crítica continuará adelante pese a la crisis, pese a la falta de financiación, pese a las presiones de ciertos grupos de poder que desearían que desaparecieramos cuanto antes. Desde aquí les digo que no estamos por la labor y que, mientras alguien sea capaz de leerme, aunque disienta de mis opiniones, continuaré dando la tabarra. Es cuestión de vocación y contra ésta no hay fuerza que la derribe por muy huracanada que sea. Como dice la frase, "la vocación no se elige, se nace con ella". Y a mí me ha tocado la del periodismo. Es lo que hay. Agua y ajo...