Desde la OEA "seguiremos luchando por defender la democracia representativa que nos hemos ganado con tanto esfuerzo" en el continente, dijo tras conocerse la decisión el veterano político que ocupó numerosos ministerios en su país.
Insulza, abogado de 66 años, advirtió: "Esta no puede ser una organización comicial. Se cuenta con que los estados miembro quieran respetar la democracia" y fortalecerla.
El noveno secretario general de la organización (en funciones desde 1948) asumirá su nuevo mandato el 26 de mayo próximo, y deberá enfrentar de inmediato retos como el retorno de Honduras a la OEA, suspendida tras el golpe de Estado de junio del año pasado.
De hecho, el golpe en Honduras amenazó con manchar la gestión de Insulza, quien encabezó una inútil gestión diplomática para revertirlo. Luego, tras las polémicas elecciones de noviembre, el secretario general llamó a estudiar las maneras de reintegrar al país, a pesar de la resistencia de varias naciones.
Insulza afirma que desde que comenzó su trabajo al frente de la OEA en mayo de 2005 le ha dado a la organización un peso internacional inédito.
Consciente de críticas que ha recibido la organización desde países tan disímiles políticamente como Estados Unidos o Venezuela, Insulza ha ofrecido trabajar por una OEA renovada y más flexible que pueda evitar crisis como la de Honduras.
Estados Unidos recién anunció su apoyo a Insulza el lunes pasado. El liderazgo de Insulza que logró levantar la sanción contra Cuba que databa de 1962 y allanó el camino para su retorno a la OEA en junio de 2009, había provocado resquemor en algunos sectores de Washington.