El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, estaba empeñado en que la firma del acuerdo económico con los grupos parlamentarios fuera acompañado de la simbólica foto que escenificara un ‘sucedaneo’ de Pacto de Estado. Estaba convencido de que prácticamente todos los portavoces, al final, aceptarían las medidas del documento y acudirían a la cita este lunes en el Palacio de Zurbano. Todos… menos los representantes del PP - y quizás IU-, con lo cual Mariano Rajoy quedaría de nuevo ‘solo’ y en evidencia demarcándose de los demás.
Pero CiU le aguó la fiesta. Los nacionalistas catalanes se desmarcaron de la foto y su decisión tuvo un efecto ‘dominó’. Los demás portavoces, salvo el de UPN, Carlos Salvador, que ya había anunciado que su partido acudiría a la llamada al ver recogidas en el documento sus sugerencias, optaron por hacer lo propio. Como comentaba gráficamente a este diario uno de estos portavoces “nadie estaba por la labor de hacerse una foto con un ‘leproso’”.
La vicepresidenta segunda, Elena Salgado, se las vio venir. Así que, ayer, domingo, se dedicó a llamar por teléfono a los representantes de los grupos, fundamentalmente a los que tienen residencia fuera, para que no viajaran a Madrid. En esas conversaciones constató que gran parte de las medidas van a ser apoyadas por los grupos en el decreto que preparada el gobierno, aunque CiU y PNV aprovecharan para forzar que se incluyan algunas más.
Lo que va a ser del todo imposible es que se escenifique la foto de un gran Pacto, como Zapatero a toda costa quería.
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