La madre de Zougam reitera que su hijo despertó el día de los atentados pasadas las 10 de la mañana

   Aicha Achab describió, a preguntas del abogado defensor de Zougam, José Luis Abascal, que llegó a España en enero de 1980 y después se trajo a su hijos. Dijo que Jamal tenía entre 16 y 17 años cuando comenzaron a vivir en nuestro país.

   Especificó que en marzo de 2004 vivía con Zougam y sus hermanos Mohamed y Jaiza en una vivienda en la calle Sequillo y destacó que la noche previa a los atentados, el día 10, el acusado por la autoría material de la masacre llegó a casa a la hora habitual, sobre las once o las once y media de la noche. "Venía del gimnasio", destacó y agregó que incluso acudió a su casa "un poco más pronto" ya que había cerrado la tienda antes.

  La mañana del día 11, según la testigo, "se levantó sobre las diez y cuarto estuvo conmigo desayunando y viendo la televisión". Explicó que a las once y cuarto llamó a su hermano para preguntarle por la situación del tráfico y se fue al trabajo. Dijo también que la noche del día 11 también acudió al gimnasio como era su costumbre.

  Achab destacó a preguntas de Abascal que durante el registro de su domicilio previo a la detención de Zougam le fue incautada una cantidad de dinero de su propiedad, procedente de lo que aportaban todos sus hijos para la casa. A pesar de que el juez Juan del Olmo anunció recientemente que le iba a ser devuelto, agregó, aún no ha recuperado el dinero.

  La madre de Zougam destacó que su hijo no pertenece a ninguna corriente de tipo radical islámico. El acusado siguió su declaración con emoción y la saludó cariñosamente al término besándola desde el interior del habitáculo desde el que sigue el juicio.

  A continuación declaró uno de los clientes del gimnasio 24 horas que solía frecuentar Zougam, que especificó que a pesar de coincidir en varias ocasiones con él en las dependencias deportivas no recuerda si le vió la noche del 10 y del 11 de marzo de 2004.

Se pierde el teléfono de 'El Tunecino'

Por la tarde fue el turno del ex comisario de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) de la Policía Rafael Gómez Menor, quien explicó que dejaron de investigar en 2002 a uno de los presuntos autores del 11-M, el suicida Serhane Ben Abdelmajid, 'El Tunecino', porque cambió de teléfono y no pudieron averiguar el nuevo número.

En su declaración como testigo, Gómez Menor indicó además que su unidad investigó también al acusado Rabei Osman El Sayed, 'El Egipcio', considerado cerebro de la masacre, entre febrero de 2002 y hasta el 27 de febrero de 2003, fecha en la que supuestamente, según ha recordado, éste se marchó de España.

Respecto a 'El Tunecino', del que dijo que desconocía que también le estuviera investigando la Brigada Provincial de Información de Madrid, ha relatado que la UCIE le investigó de junio a noviembre de 2002 mediante la intervención de su teléfono y cuando lo cambió no pudieron averiguar el nuevo número y desistieron de continuar con las pesquisas.

En cuanto a la investigación después de que estallasen los trenes el 11-M, indicó que su "primera verdadera intervención directa" fue en el hallazgo de la finca de Chinchón en la que supuestamente se montaron las bombas que se colocaron en los trenes.

Gómez Menor hizo un relato prolijo del despliegue policial para la localización de esa finca que se sospechó tenían los terroristas en la zona, al constatar que las tarjetas empleadas en los teléfonos que activaron los artefactos de las mochilas-bombas fueron iniciados en la BTS (repetidor) de la localidad madrileña de Morata de Tajuña, que limita con Chinchón.