El fantasma del copago sanitario

La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, consiguió parar al primer golpe en la mesa negociadora con las comunidades autónomas, pero el fantasma del copago sanitario está sobre la mesa de las reformas sanitarias.

Según fuentes solventes, las negociaciones con las comunidades autónomas para reducir la factura sanitaria –es decir, la gran deuda que las autonomías han contraído con la sanidad- permanecieron dos meses frenadas a causa del copago sanitario –cobrar a los beneficiarios una parte, aunque mínima, de la factura sanitaria que hubieran generado-, una posición que defendieron a capa y espada todas las comunidades regidas por el PP, especialmente la valenciana, y dos comunidades socialistas: la catalana del tripartito y la asturiana de Vicente Álvarez Areces.

Sanidad consiguió frenar el golpe en ese momento, utilizando el subterfugio de bajar –mínimamente- la factura farmacéutica a costa de reducir el coste de los genéricos. Con esta medida se conseguirá un ahorro de unos 1.500 millones de euros, una cifra insuficiente, según las Consejerías de Sanidad, y que, por otro lado, ya ha puesto en pie de guerra a las farmacias y a los laboratorios.