Se nota que la ministra de Igual-da se aburre. No hay día en que no se le ocurra una gilipollez. Bibiana, la pobre, ayudada por sus asesoras, no da abasto con recomendaciones y medidas que justifiquen el por qué de ese Ministerio totalmente prescindible. La última ocurrencia, ya lo han visto, es la de retirar de los colegios los cuentos clásicos por su más que evidente machismo. Ya lo saben. Si mis lectoras de pequeñas leyeron Blancanieves y los Siete Enanitos, La Cenicienta, La Casita de Chocolate, Los Tres Cerditos, Pulgarcito e incluso Caperucita que, pese a ser Roja, también era machista, deben estar traumatizadas por su caracter extremadamente violento y opresor contra la mujer. Uno no sabe a qué atenerse. Por este camino vamos directos a que nos censuren hasta El Quijote y no digamos La Celestina, que se dedicaba a lo que se dedicaba. Está visto que la ahijada de Chaves no tiene mejor cosa que hacer que analizar el lenguaje y tratar de igualar miembros y miembras, brujos y brujas, hados y hadas y personajes y personajas de la literatura infantil clásica de Perrault, los hermanos Grimm o Hans Christian Andersen para que Blancanieves se emancipe de los enanitos agresores o para que Cenicienta le cante las cuarenta al príncipe machista que quiere ponerle un zapato de cristal, con lo que eso duele y la de callos que provoca. Faltaría más.
No se lo tome a broma que como gane adeptos en el Gobierno de Zapatero me veo una Semana Santa censurada en la que los doce apostoles de la Santa Cena sean cambiados por seis apóstoles y seis apóstolas por aquello de la paridad, siendo Judas un hombre, claro, los dos ladrones, Dimas y Gestas, por una ladrona buena y un ladrón malo, y las Santa Mujeres que acompañaban a la Virgen apuntadas al movimiento feminista de Judea. Todo se andará.
Lo que me extraña es que Bibiana Aído, tan gaditana ella, aún no le haya metido mano a la letra que Blas Infante le puso al Himno de Andalucía que sí que es machista. Vean si no el proyecto que el Ministerio de Igual-da prepara para que el próximo 28 de febrero sea cantado en todos los colegios de la comunidad e incluso, en el acto de entrega de las medallas de Andalucía que preside Griñán:
"La bandera blanca y verde, vuelve tras siglos de guerra a decir paz y esperanza bajo el sol de nuestra tierra. Andaluces y andaluzas, levantaos y levantaas, pedid tierra y libertad, sea por Andalucía libre, España y la Humanidad. Los andaluces y andaluzas queremos volver a ser lo que fuimos, hombres y mujeres de luz que a los hombres y mujeres alma de hombres y mujeres les dimos. Andaluces y andaluzas...".
Uno comprende que se hace una hartá difícil entonarlo con tanta acumulación de palabras pero es sin duda por la herencia machista que arrastramos en esta tierra. Con un poco de empeño y todo sea por la igualdad y el antisexismo en el lenguaje, lo conseguiremos o conseguiremas. Vamos a ser coherentes...o coherentas.
Si (
No(
