La web WikiLeaks ha sacado a la luz un vídeo del ejército estadounidense en el que se puede ver como un helicóptero Apache de los EEUU abre fuego contra un grupo de gente en Bagdad en el año 2007. Entre los 11 iraquíes que murieron en ese ataque se encontraban el fotógrafo de Reuters Namir Noor-Eldeen y su conductor, Saeed Chmagh. La agencia de prensa había estado reclamando ver ese vídeo desde hacía tres años. Ahora se comprueba porque no se lo dejaron ver. Según la versión oficial estadounidense se hablaba de un ataque "contra una fuerza hostil" pero se ha podido comprobar la escalofriante verdad.
En el vídeo se puede ver como el grupo iraquí no está realizando nada que se pueda considerar hostil, aunque uno de ellos porta un arma, cosa que por otro lado no es nada extraña en un país como Irak. Claro que lo realmente insultante del asunto es escuchar a los soldados norteamericanos celebrar las muertes con frases como: "¡Sí! Mira a esos bastardos muertos". Para completar su hazaña, los soldados ven como una furgoneta se acerca para ayudar a los heridos y, ni cortos ni perezosos, ruegan a sus mandos para que les dejen disparar. Una vez que ametrallan a los ocupantes de la furgoneta descubren que dos de los ocupantes son niños. Su respuesta demuestra su moral: "Bueno es culpa suya si traen a sus hijos a una batalla". En casos como este el calificativo de impresentable se queda bastante corto.
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