La Caixa prevé que la zona euro normalice su actividad económica el año 2011

Si bien el consumo y la inversión muestran "un tono muy débil", la eurozona se sostiene por el sector exterior, el ciclo de existencias y los estímulos fiscales en marcha. Sin embargo, los consumidores no acaban de confiar en la situación, así que no existe el impulso suficiente para relanzar el consumo en un momento en que, por añadido, se sigue produciendo un aumento en las listas del paro. En definitiva, el fiel de la balanza sigue más inclinado hacia los aspectos negativos de la situación que a los mínimos síntomas de esperanza, pues parece insuficiente el impulso de las exportaciones para relanzar el mercado laboral. A todo ello cabe añadir la necesidad de sanear las finanzas públicas, lo que urge a recortar gastos o a subir impuestos. Como consecuencia, se deprime la demanda interna.

Precisamente, el capítulo de las finanzas públicas del informe de abril del servicio de estudios de La Caixa indica que Grecia "no se puede comparar a ningún otro país" dada la gravedad de su situación. Algo mejor pero "sin margen de maniobra" estarían Irlanda, Reino Unido y Portugal. Finalmente, a estos les siguen en gravedad España, Francia, Italia y Bélgica.

La subida del IVA puede ser clave

En el caso específico de España, se señala la posibilidad que la recuperación de la actividad se vea reforzada por la prevista subida del IVA. La situación provocaría un adelanto del gasto que, sumado a la normalización de algunas actividades afectadas por la climatología, contribuiría al dato positivo y, paralelamente, a una eventual tasa positiva en el crecimiento del PIB.

Pero no hay que pensar en inmediateces: la posible salida de la recesión se producirá "de forma paulatina, con ritmos de crecimiento modestos". La receta del informe para conseguir ritmos de crecimiento elevados pasa por reformas estructurales en ámbitos como la educación, la competitividad en servicios y electricidad, la eficiencia en I+D y el mercado laboral.

El consumo familiar se recupera muy paulatinamente y el nivel de incidencia depende del tipo de producto, y así, en general, las ventas minoristas perdieron impulso en enero aunque las de bienes duraderos como electrodomésticos y, sobre todo, automóviles siguieron repuntando. Pero el cuadro general sigue siendo débil.

La productividad, por su parte, ha podido verse afectada por la adversidad climatológica de los primeros meses del año, principalmente en la construcción y el turismo. Por lo demás, el ligero descenso de la utilización de la capacidad productiva en el primer trimestre no apunta a un relanzamiento sostenido de la inversión en equipo.

Capítulo aparte siempre merece un sector inmobiliario que aprecia algunos signos de estabilización, tanto en el apartado de contracción de precios como en el de las compraventas.

El resto, remonta

Más allá de España y de la zona euro, economías emergentes como China y Brasil mantienen un elevado dinamismo y no es tampoco crítica la situación de Japón y los Estados Unidos, que también remontan el vuelo. Este último país se está mostrando más firme de lo que cabía esperar pero su recuperación viene condicionada por tres factores: la sobreoferta del mercado inmobiliario, el endeudamiento de las familias y la caída del mercado laboral.