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Los componentes madrileños de la trama Gürtel eran realmente 'instruidos'; es decir, que amaban profundamente la lectura... sólo que para prepararse a conciencia para delinquir. Así queda reflejado en el sumario que instruye el magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Madrid Antonio Pedreira. Unas facturas de justificación de gastos de la trama ponen de relieve el tipo de lectura que practicaban los chicos de Francisco Correa: compraron en librerías títulos tan expresivos como "Falsedades documentales en el Código Penal".
Es sólo, claro, una de las múltiples 'perlas' contenidas en los más de 60.000 folios de los que consta el 'caso Gürtel', pero ofrece datos muy precisos para establecer un perfil psicológico de los componentes madrileños de la trama supuestamente corrupta del Gürtel. Desde el principal implicado, Francisco Correa, hasta el luego denunciante de la trama tras haberse servido de ella, José Luis Peñas Domingo, estaban muy interesados en conocer la legislación sobre delitos urbanísticos, falsedad en documentos, etcétera.

Todo comenzó en 2005, cuando Francisco Correa, consciente de la 'línea de negocio' que podría abrir con un partido político, inscribió el partido "Corporación Majadahonda" (CMA) para presentarse en ese municipio madrileño en las elecciones de 2007. El objetivo era, o bien ganar las elecciones y alcanzar directamente la Alcaldía, o bien convertirse en partido bisagra, fundamental para dar la victoria a uno o a otro, y exigir entonces la Concejalía de Urbanismo. Desde esa posición podría resultarles muy sencillo dar cualquier tipo de 'pelotazo urbanístico'.

Para el funcionamiento del partido, Correa traspasaba dinero en efectivo a tres cuentas corrientes y su 'hombre' en Majadahonda -y luego denunciante de la trama-, José Luis Peña, llevaba, junto con el contable José Luis Izquierdo, una relación detallada con ingresos y gastos. Toda esa documentación se la entregó Peña el 6 de mayo de 2009 al juez Antonio Pedreira y así consta en un voluminoso Tomo, constituido en pieza separada, dedicado al denunciante.

Al analizar las facturas, se observa que hay cuatro del editor librero "Dykinson, SL", de Madrid, con fechas que oscilan entre el 22 de diciembre de 2005 y el 3 de abril de 2006; es decir, en los meses en los que se pone en marcha el partido CMA (Corporación Majadahonda).

La trama había adquirido para los responsables de ese nuevo partido un total de 311 euros en diez libros muy concretos, que ofrecen una idea de las intenciones que movían a los creadores de Corporación Majadahonda. Éstos eran los títulos adquiridos: "Falsedades documentales. Código Penal", "Delito prevaricación", "Delitos cometidos por autoridades", "Delincuencia urbanística. Aspectos", "Delito urbanístico (Tirant)" y cuatro tomos de "Delitos contra la Administración Pública".

Los títulos de los libros adquiridos por la trama supuestamente corrupta de Correa para su fantasmagórica "Corporación Majadahonda" no dejan lugar a dudas: la trama se estaba preparando presuntamente para delinquir a gran escala desde el Ayuntamiento de esa localidad una vez accedieran al poder en las elecciones municipales de 2007.

Las cosas, como es sabido, no ocurrieron como preveía Correa, a pesar de que CMA puso en práctica en la campaña electoral la 'feliz idea' de regalar jamones por votos: sólo consiguieron 183 votos frente a los 18.555 que obtuvo la fuerza más votada en ese municipio, el Partido Popular. A partir de ahí se disolvió CMA, Peñas se convirtió en denunciante de su antiguo jefe y nadie supo concretar dónde quedaron esos diez volúmenes de títulos tan explicativos.





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