El contracarril en la avenida Santa Fe quedó inaugurado en las 17 cuadras que separan Plaza Italia de la esquina de Anchorena, en los barrios de Palermo y Recoleta, en medio de expresiones de vecinos y comerciantes a favor y en contra de la medida dispuesta por el Gobierno de la Ciudad.
El primer vehículo en ingresar por el nuevo carril que va de Santa Fe y Anchorena hasta la calle Borges fue un taxi y le siguió un colectivo de la línea 152, a las 11 en punto.
"Esta medida es para beneficiar el transporte público y reducir los ruidos y vibraciones que causan los colectivos, al circular por las calles internas del barrio", sostuvo Facundo Carrillo, director general del Centro de Participación comunal Nro 2, único funcionario que se acercó a la apertura formal del carril.
El momento de mayor tensión se vivió cuando pocos minutos antes de la apertura del contracarril, varias decenas de vecinos y transeúntes circunstaciales, parados en las cuatro esquinas del cruce de Anchorena y Santa Fe, discutían acaloradamente sobre los beneficios y perjuicios de la medida.
"Estamos realmentre preocupados", dijo Susana Bruno, una vecina de ese barrio, que sostiene que "ya vivieron las consecuencias de la doble mano de la avendida Pueyrredón".
La mujer aseguró que desde ese momento, las calles internas se convirtieron en "verdaderas autopistas", lo que provoca más accidentes, que es lo que "dicen que quieren evitar".
En cambio, para los comerciantes de la avenida Santa Fe, que las seis líneas de colectivos tengan sus paradas sobre esa arteria, en sentido a Plaza Italia, será una probabilidad de mayores ventas.
"Para nosotros es bueno el cambio", dijo el empleado del puesto de local de flores, a metros de la esquina por donde ingresarán por lo menos cuatro de las seis líneas de colectivos, en dirección a Plaza Italia.
En tanto, según los dueños de los locales que se encuentran sobre las calles laterales a la avenida, la medida dispuesta por el gobierno porteño, representará un perjuicio.
"Los que hasta ahora bajaban del colectivo sobre esta calle ahora no circularán por acá, lo que nos hará perder ventas", dijo Diego Ibañez, dueño de una cerrajería sobre Charcas a pasos de Anchorena.
Para Matías Rainoldi, de un maxikiosco de Laprida y Charcas, sostuvo que tendrán probablemte 15% menos de venta, "como ocurrió con el kiosco de la misma franquicia, que se afectó por la doble mano de Pueyrredón.
El momento de la apertura del carril se caracterizó por gestos contradictorios; mientras muchos sacaron fotos con el celular, algunos se manifestaron con gritos de desaprobación y otros aplaudieron.
También se acercaron vecinos más organizados, como los "amigos de la avenida Pueyrredón", que repartieron una nota que concluye con que "la promesa de Macri de construir 10 kilómetros de subtes por año, se convirtió en 10 kilómetros de contracarriles por año".
Para los integrantes de "No al parquímetro", "lo de hoy sigue siendo una de las medidas aisladas, improvisadas, que solo benefician los intereses de algunos negocios, como el de las grúas", señaló Juan Chavarrí.
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