La reunión de los alcaldes del PP con Bono, tensa y protocolaria

No está el horno para bollos, y en el PP lo saben, pero el cargo de presidente del Congreso está por encima de cualquier rencilla que mantengan en el terreno político socialistas y populares. Por eso, José Bono puso al mal tiempo buena cara y aceptó la petición de los alcaldes del PP de reunirse con él en su despacho para entregarle el Manifiesto en que denuncian la situación de “asfixia económica” en la que dicen que el Gobierno de Zapatero ha dejado a las corporaciones locales.

La delegación popular estuvo encabezada por el edil madrileño, Alberto Ruiz Gallardón, amigo personal de Bono y uno de los pocos dirigentes del PP que se ha desmarcado de la ofensiva política emprendida contra él para que explique el origen de su abultado patrimonio. Junto a Gallardon iban la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, el de Burgos, Juan Carlos Aparicio, el responsable de política municipal del partido, Juan Manuel Moreno, y el presidente de la Diputación de Zamora, Fernando Martínez Maillo.

La presencia de Gallardón -con el que antes de marcharse Bono intercambió en un aparte un par de frases, quizá para agradecerle su gesto- suavizó la tensión que se mascaba en el ambiente y todo se desarrolló, según explicaron a este diario e-Xclusivo, en un clima “muy protocolario”, sin un solo comentario irónico ni con ‘doble sentido’ por parte del presidente del Congreso sobre el particular calvario que los dirigentes del PP le están haciendo pasar por sus ‘pisitos’ y otras propiedades. La situación de los Ayuntamientos, las incómodas obras que está sufriendo la Carrera de San Jerónimo en aras de que todo quede luego 'bonito', y hasta el calor que ha llegado de repente, ocuparon los escasos treinta minutos que duró la visita.