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Se especula sobre dos muertos y más de diez heridos

El Gobierno desbloquea Caranavi por la fuerza y se desata la violencia

El Gobierno desbloquea Caranavi por la fuerza y se desata la violencia

sábado 08 de mayo de 2010, 19:18h

El violento desbloqueo de Caranavi, que abrió momentáneamente la ruta troncal al norte del país, provocó la muerte de una persona y dejó al menos siete arrestados, además de siete policías y 25 comunarios y lugareños heridos hospitalizados.

El 26 de abril, los pobladores de Caranavi cerraron la vía que parte de La Paz, atraviesa esa capital provincial y llega a la región aurífera, el norte paceño tropical, Alto Beni y los departamentos de Beni y Pando, en demanda de que una planta procesadora de cítricos se instale en esa población y no en Alto Beni.

Un informe de pobladores locales, el secretario general de la Federación Agraria Provincial de Colonizadores de Caranavi (FAPCCA), Richard Quispe, y el secretario general de la Confederación de Comunidades Interculturales de Bolivia (CCIB), Juan Barea, dio cuenta de que Mario Hernani Jiménez (19), estudiante del Instituto Superior Técnico Agropecuario de Caranavi (ISTEAC), perdió la vida.

Un reporte no confirmado indica que Hernani Jiménez recibió un disparo detrás de la oreja, quedó en estado de coma y falleció al ser trasladado a La Paz.

Una mujer, sindicada de ser informante, fue sorprendida mientras aparentemente pasaba información al senador Fidel Surco.

Esta persona fue conducida a la plaza principal, donde fue golpeada para que informe qué es lo que le decía al legislador.

Policías heridos

El comandante de la Policía, general Óscar Nina, confirmó que el jefe departamental de La Paz, coronel Ciro Farfán, recibió un impacto de bala en el hombro derecho, en tanto que también recibieron balazos los policías Edson Gutiérrez, en el codo derecho, y Luis Rivero, en el tobillo derecho; además del cabo Marcelino Cutili, en el tobillo derecho.

El cabo Jorge Aruquipa y el policía Víctor Hugo López presentan contusiones, en tanto que el teniente José Luis Galván se deshidrató por el esfuerzo.

Los lesionados reciben atención en instalaciones del Batallón de Ingeniería del Ejército.

El cierre de vías, que se prolongó hasta ayer por 12 días, paralizó las actividades de las cooperativas auríferas y generó desabastecimiento y especulación de alimentos y combustibles en poblaciones de la región amazónica paceña y cuatro provincias del Beni.

La situación se tornó angustiosa, los habitantes de la región aurífera se disponían a atacar los puntos de bloqueo.

Los cooperativistas y pobladores de Tipuani y Guanay se detuvieron en un mercado campesino, punto distante a unos 50 kilómetros de Caranavi, pues el Gobierno les comunicó que la situación se resolvería hasta la tarde.

Otro contingente de colonizadores de Palos Blancos, supuestamente dirigido por Luis Surco, hermano del senador Fidel Surco, alcanzó a ubicarse cerca del bloqueo en el kilómetro del camino hacia la colonia de Carrasco, por el noreste.

Para prevenir actos de violencia, el presidente en ejercicio, Álvaro García, ordenó que la Policía despeje la ruta por la fuerza ante los perjuicios causados a la región.

Por ello, cerca de la medianoche del jueves, partió a la zona de conflicto un contingente de 700 uniformados de los cinco distritos de La Paz y El Alto fuertemente armados.

Cerca del mediodía de ayer, otros 300 efectivos de refuerzo se desplazaron al lugar en buses de las Fuerzas Armadas.

El primer contingente tomó la nueva ruta Cotapata-Santa Bárbara y al llegar a este punto, en vez de avanzar hacia Caranavi, retrocedió hasta Yolosa, donde los efectivos se colocaron la indumentaria de enfrentamiento. Los policías fueron trasladados en 12 camionetas, ocho buses, dos minibuses, cuatro vagonetas de doble tracción, un camión y cuatro motos.

Inmediatamente por detrás de los uniformados avanzaban una topadora y una pala mecánica para rehabilitar el camino que en algunos puntos había sido dinamitado o tenía promontorios de piedras y diversos obstáculos para impedir el paso.

Hubo cuatro enfrentamientos. El primero fue en Chojña. Los lugareños lanzaron desde las laderas piedras, dinamita y petardos. Los uniformados dispararon una andanada de agentes químicos.

El avance se hizo lento porque en cada cierto trecho se encontraban tales obstáculos, hasta que en Turcokala, a unos dos kilómetros de Caranavi, se produjo el enfrentamiento más violento que duró alrededor de dos horas. Los caranaveños lanzaban piedras y cachorros de dinamita y recibían balines y gases lacrimógenos.

Siete bloqueadores —Cupertino Ticona Barrera, Luis Espejo Espejo, José Luis Flores Arancibia, Gustavo Quisbert Ato, Inola Ramos, Mery Mamani Callisaya y Esteban Tola Mamani— fueron arrestados y trasladados a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz.

Ellos son investigados por los delitos de atentado contra la seguridad de los medios públicos e instigación pública a delinquir.

El tercer choque tuvo lugar en Puente Florida, donde los transportistas atraparon a dos bloqueadores, a quienes propinaron una golpiza. Debieron ser otros pasajeros y conductores quienes llamen a la reflexión a los agresores para que los dos lugareños no sean asesinados.

A partir de ese punto, el ingreso a la capital provincial se convirtió en algo muy parecido a un campo de batalla.

Las campanas de la catedral local llamaron a la población a sumarse al bloqueo y a la resistencia al avance policial.

En ese punto, los uniformados avanzaban mientras disparaban gases y balines contra los bloqueadores. Alrededor de las 19.00, los policías estaban exhaustos. Un oficial comentó que si la pelea continuaba por la noche, la tropa tendría problemas.

Los alumnos de una escuela y los efectivos destinados a Caranavi se refugiaron en una base de la Fuerza Aérea, mientras unas 25 personas heridas en los enfrentamientos con la Policía reciben atención médica en el hospital de Caranavi.

Después de que los policías hallaran refugio en el cuartel, las cosas parecieron tranquilizarse, la ruta se abrió y algunos vehículos consiguieron pasar.

Por la noche, la ira popular se tradujo en la toma, saqueo e incendio de las instalaciones del Comando Provincial Policial, la Escuela Básica y la Patrulla Caminera.

Sin embargo, la noticia de la muerte del estudiante Hernani Jiménez desató nuevamente la ira popular, que se tradujo en el incendio no sólo de las instalaciones pertenecientes a la Policía, sino de la residencia del diputado uninominal masista David Quispe, la de un concejal masista electo y la caseta de la empresa Turbús Totaí, que pertenece a Surco.

Comunarios y pobladores de la región rodeaban el Batallón de Ingeniería, la ruta volvió a cerrarse y la tensión crecía.

Otras versiones dan cuenta de que unas 100 personas habían sido detenidas por los policías.

El joven Mario Hernani Jiménez murió por un impacto de bala.

Llorenti señala a un ex funcionario

Anoche, en conferencia de prensa, el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, acusó a Luis Acho, ex funcionario de la desaparecida Dirección General de la Coca (Digeco), “una entidad financiada por la NAS”, una agencia del Gobierno de Estados Unidos responsable de asuntos sobre drogas, de haber cobrado protagonismo en la dirigencia de la movilización.

Digeco fue reemplazada en 2006 por la Dirección General de la Hoja de Coca e Industrialización (Digcoin), entidad responsable de conceder autorizaciones para la producción y circulación de este producto en el territorio nacional.

Llorenti afirmó que el representante de esa región recibió bonos de la NAS, que es una dependencia de la Embajada de Estados Unidos.

“Esta situación no va a quedar en la impunidad, estos hechos van a ser investigados, los responsables, debidamente identificados y, después de ser sometidos a un juicio justo, deberían ser sancionados”.

La autoridad explicó que este conflicto surgió como consecuencia de “intereses particulares, que intentaron convertir un asunto sindical en uno de interés público”, y lamentó que los bloqueadores usaran, dijo, armas de fuego para enfrentar a las fuerzas del orden.

Caranavi exigía que una planta procesadora de cítricos sea instalada en esa jurisdicción municipal y no en la región de Alto Beni.

Un estudio de factibilidad da cuenta de que esa planta debe ser erigida en esa localidad, dado que está interconectada al sistema nacional de electricidad y la energía es más barata y se distribuye sin restricción alguna, en tanto que en Palos Blancos o San Miguel de Huachi, la electricidad es generada por motores a diésel, por lo que su costo es más elevado y las turbinas son encendidas solamente durante algunas horas al día.

Sin embargo, de acuerdo con el último reporte de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (ONUDD), en Caranavi no hay cultivos significativos de cítricos, sino cocales y cafetales, mientras que en la región de Alto Beni se producen cítricos.

En la conferencia de prensa de anoche, el ministro Sacha Llorenti exhortó a los pobladores de Caranavi a mantener la tranquilidad y colaborar a la acción de la Policía, porque el Gobierno está decidido a atender a todas las regiones y sectores, por lo que solicitó a los lugareños “no dejarse caer en la trampa tendida por dirigentes, quienes establecen un cerco” sobre sus bases.

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