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Su declaración provocó el enfado del preso Rafa Zouhier

El preso Ahbar dice que la célula tenía 200 kilos de dinamita e intención de atentar de nuevo

lunes 07 de mayo de 2007, 16:55h
El preso Kamal Ahbar, encarcelado por su colaboración en la huida de personas relacionadas con el 11-M en la operación que se conoció como "Sello II", continuó este lunes con su declaración ante el tribunal del 11-M, iniciada el pasado viernes, e indicó que los responsables de los atentados tenían intención de atentar de nuevo, ya que disponían de 200 kilos de dinamita. No obstante, añadió, el "imán" que se encargaba de dirigirles les recomendó "esperar". El testigo mencionó, incluso uno de los objetivos, la Academia de Guardia Civil de Jaén. Su declaración provocó un altercado en el habitáculo desde el que siguen la vista los acusados entre Rafa Zouhier y varios de los procesados que se encuentran encarcelados en la cárcel de Alcalá Meco de Madrid, principalmente el considerado autor material de los atentados, Basel Ghalyoun.
El testigo volvió de nuevo a mencionar al confidente "Cartagena" como uno de los impulsores de la masacre e incluso citó una reunión celebrada entre éste y el huido Daoud Ouhnane para hablar de la posibilidad de cometer un atentado contra la Audiencia Nacional en Madrid, haciendo uso del explosivo sobrante, en octubre de 2004. Explicó que el encuentro se celebró en Valencia y que en aquel momento Ouhnane estaba ya "convencido" de que era "poco apropiado" atentar en Europa. "A partir de ese momento comenzaron las detenciones", afirmó en un intento de insinuar que "Cartagena" pudo denunciar a los acusados ante su negativa a cometer más acciones.

Ahbar enumeró de nuevo los nombres de las personas que se encargaron de la colocación de las mochilas-bomba en los trenes de cercanías y concretó que a pesar de que participaron todos los fallecidos en la casa de Leganés, el acusado Abdelmajid Bouchar, que huyó de la vivienda al detectar a la policía, "no estuvo con ellos". Recordó también su intervención para facilitar un contacto telefónico entre el huido Mohamed Afalah, al que se considera muerto en Irak y su padre y explicó que el acusado Mohamed Larbi ben Sellam "intermedió" en la compra del aparato. El testigo confirmó que él le entregó el dinero necesario y una vez adquirido el móvil le dió el número de teléfono para que se lo facilitara al padre de Afalah.

El testigo hizo también mención a los acontecimientos ocurrido el 3 de abril de 2004 en la casa de la calle Carmen Martin Gaite de Leganés y explicó que Afalah salió de la vivienda con intención de enviar un fax de reivindicación de los atentados al periódico ABC. Cuando estaba ya en la calle "vió algo que no le gustó" y decidió no regresar a la casa. Poco después, indicó, salió de la vivienda también Jamal Ahmidan, alias "El Chino", y se acercó a una tienda cercana a comprar algo. En el mismo comercio se produjo "un intento de detención" y "El Chino" llamó a sus amigos para que salieran a la ventana. "Se produjo un disparo contra los policías", aseguró. Ahbar precisó que los explosivos se confeccionaron en Chinchón y dijo que en Leganés los suicidas disponían de explosivos no preparados y "cinturones explosivo" que tenían intención de utilizar para inmolarse.

Reparto del Botín
El preso ofreció más detalles sobre la operación previa a la compra de los explosivos y especificó que en el reparto del botín obtenido en el atraco a una banda de mafiosos pertenecientes a Europa Oriental (más de 600 kilos de hachís y 135.000 euros) participaron ocho personas. La parte correspondiente a "El Chino" y el suicida Mohamed Oulad Akcha se empleó en la adquisión de la dinamita, dijo. Añadió que el resto se repartió entre los acusados Rafa Zouhier y Antonio Toro, tres delicuentes comunes, dos españoles y uno árabe y un agente de la guardia civil que "tuvo su parte aunque no participó".

A preguntas de los abogados de las acusaciones particulares sobre si se siente agradecido por favores realizados por alguno de los acusados como Larbi Ben Sellam el testigo especificó que no se siente "agradecido" pero sí "obligado a defender esta causa". Varios letrados interrogaron al testigo sobre el objeto de sus declaraciones, considerando que ha quedado claro a lo largo de su testimonio su intención de exculpar a los acusados. El testigo negó cualquier relación con ellos previa a su condición como testigo del juicio a pesar de reconocer que seis de ellos estuvieron en el mismo módulo que él en la cárcel de Alcalá Meco.

Altercado en el juicio
La declaración de Kamal Ahbar provocó un enfrentamiento verbal, que no tuvo mayores consecuencias, entre Rafa Zouhier y varios de los procesados. La disputa provocó que Zouhier fuera sacado de la urna y siguiera el inicio de la sesión durante la cual continuó el testimonio de Ahbar, desde el interior de la urna. Según fuentes jurídicas el incidente pudo haber venido provocado por la creencia de Zouhier de que los presos de Alcalá Meco -los acusados Basel Ghalyoun, Fouat El Morabit, Mohamed Larbi Ben Sellam y Rachid Aglif- donde también se encuentra encarcelado el testigo, han podido influir de algún modo en el contenido del testimonio, que exculpa tanto a los autores materiales como intelectuales.
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