Acompañaron a Pasaban durante toda la escalada de este ochomil situado en territorio tibetano, los españoles: Asier Izagirre, Álex Txicón y Nacho Orviz, junto con los sherpas Mingma y Pasang. Además de tres italianos de la expedición liderada por Mario Panzeri.
Salió el grupo a las cuatro de la madrugada, hora local, del campamento 3 situado a 7.400 metros, en la cara noroeste de la montaña. Al ritmo habitual de cien metros por hora, llegaron al punto culminante seis horas más tarde.
La ruta seguida ha sido una variante del camino abierto por el navarro Iñaki Ochoa de Olza, que sube más directo al punto culminante, evitando una peligrosa travesía bajo una línea de témpanos de hielo.
Españoles e italianos han protagonizado una ascensión límpia y rápida en un estilo conocido como alpino, o semialpino, consistente en no montar antes del ataque final casi ningún campamento ni otra clase de apoyo, como cuerdas fijas.
Las condiciones ambientales de las semanas anteriores, han impedido montar nada en la ruta de subida. Por eso, los alpinistas y sus sherpas cargaron desde el campamento base con todo su material, incluyendo tiendas de campaña, que cada tarde debían montar en el sitio elegido, desmontándolas a la mañana siguiente para continuar la ascensión.