La unidad familiar en Cataluña cada vez es más reducida. Si hace unos años la media era de 3,3 miembros, ahora es de 2,6. Además, la familia adopta formas diversas: parejas heterosexuales con hijos o sin ellos, parejas homoxexuales, algunas con hijos, personas solas viudas o separadas, personas solas como opción de vida, etcétera.
Este incremento de unidades familiares crea una necesidad suplementaria de vivienda. En concreto, unas 37.000 viviendas por año.