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Carlos Solchaga, ex ministro de Economía

'La reforma del mercado laboral no puede esperar un tiempo ilimitado'

"La reforma del mercado laboral no puede esperar un tiempo ilimitado"

 "Se acerca el momento final y el Gobierno se va a ver obligado a introducir, por decreto, una serie de reformas", ha dicho.

miércoles 09 de junio de 2010, 15:50h
   El ex ministro de Economía Carlos Solchaga ha defendido hoy que España necesita una reforma de su mercado de trabajo y si bien ha destacado que el Gobierno ha tratado de hacerlo desde el acuerdo con la patronal y los sindicatos.  Ha señalado que ese acuerdo "no puede tener un tiempo ilimitado".

   "Se acerca el momento final y el Gobierno se va a ver obligado a introducir, por decreto, una serie de reformas", ha dicho.

   En declaraciones a los medios de comunicación con motivo de la celebración en Pamplona del Congreso 'Arquitectura más por menos', Solchaga ha manifestado que un país como España, "que ha aumentado su tasa de desempleo desde el 8 hasta casi el 20 por ciento", tiene que reformar su mercado de trabajo y "experimentar con nuevas instituciones para ver cómo eso funciona".

   Según ha añadido, "el Gobierno ha querido hacerlo desde un acuerdo con patronal y sindicatos pero ese acuerdo no podía tener un tiempo ilimitado porque si lo tenía cualquiera de las partes podía vetarlo indefinidamente". Ha asegurado que "se acerca el momento final y el Gobierno se va a ver obligado a introducir, por decreto, una serie de reformas". Ha deseado que esas reformas sean "creíbles" y sean "las necesarias para que el mercado de trabajo sea más flexible".

   Sobre las medidas de ajuste, Solchaga ha manifestado que el Gobierno "debe ser consciente de que las medidas que se están tomando son difíciles" pero que "la población en este país está compuesta de personas maduras que son capaces de entender que de una crisis profunda no se sale sin sacrificios".

   Preguntado por si es necesario, ante la actual situación, un Gobierno de concentración o unas elecciones generales anticipadas, ha explicado que "primero vamos a ver cómo se resuelven estas medidas, qué respaldo encuentran en el Parlamento, luego veremos si la ley por la que se aprueban los Presupuestos tiene suficiente respaldo y si alguna de estas cosas encontrara obstáculos o dificultades insalvables en el camino empezaríamos a pensar en otro tipo de fórmulas de Gobierno, hasta entonces es precipitado".

EN CRISIS

   El ex ministro ha señalado que las crisis económicas son "desgraciadamente frecuentes y normales" dentro del desarrollo de las economías libres. Y ha apuntado que en la actual "hay que esperar que, una vez que los mercados se tranquilicen un poco y se hayan tomado alguna de las medidas que el Gobierno está aprobando, podamos volver a cierta normalidad y después a una recuperación económica con disminución del desempleo".

   Sobre los plazos de esa recuperación, Carlos Solchaga ha dicho que es "difícil" establecerlos. "Es verdad que este año no va a haber crecimiento y seguramente el crecimiento de 2011 será moderado, nada particularmente brillante, pero en 2011 veremos como se detiene el aumento de la tasa de desempleo y empezaremos a establecer las bases para el crecimiento en los años siguientes", ha afirmado.

   Preguntado por la "culpables" de esta crisis, ha señalado que en este caso "lo que ha habido es un periodo muy largo de tipos de interés muy bajos, que han desatado a veces la codicia de los prestamistas sean éstos bancarios u otras instituciones financieras, que han hecho operaciones particularmente arriesgadas".

   "Cuando las cosas empezaron a cambiar, los precios de las viviendas bajaron en EEUU y otros sitios, con la subida de los tipos de interés, empezaron a producirse los peligros de quiebra de los bancos", ha dicho, para añadir que los bancos están en el centro del sistema financiero, "nos gustará o no pero una economía moderna sin crédito, sin confianza en el dinero que depositamos los bancos por parte de los ciudadanos y de las empresas sencillamente no puede funcionar".

   Según ha señalado, ello es lo que obligó en gran medida a prácticamente todos los gobiernos del mundo avanzado a poner dinero para garantizar la solvencia de los bancos y garantizar también los ahorros de los ciudadanos. "Entre eso, la caída de la confianza, el corte del crédito... la economía real, la inversión y el consumo de las familias, empezó a caer muy rápidamente y el desempleo a crecer muy rápido", ha concluido.

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