30.000 millones

   Hoy, con el encuentro Sudáfrica-México, desde Johannesburgo, se inicia el Mundial de Fútbol 2010. Se calcula que, acumulados todos los telespectadores que verán los distintos partidos del campeonato en los cinco continentes, superarán los 30.000 millones de personas, casi cinco veces la población del planeta.

    En esta ocasión, los expertos de todo el mundo dan a nuestra selección, a 'La Roja', muchas posibilidades de ganar la final y de proclamarse campeona del mundo. Ojalá se cumplan esos pronósticos, y se demuestre que no es cierto eso de que “al perro flaco todo se le vuelven pulgas”. Una copa del mundo no va a reducir la tristísima cifra de cinco millones de parados, pero, en tiempos de dificultad, es cuando una sociedad tiene mayor derecho a una alegría, por pasajera y por ajena que sea…Pero ajena, lo que se dice ajena, no lo es tanto: cada españolito lleva en su cabeza un seleccionador de fútbol, en sus zapatos un imaginario golpe que lleve el balón al fondo de la red, y en su corazón la ilusión de decir, desde la butaca y en primera persona del plural, “HEMOS GANADO”.

    El llamado deporte-rey ha tenido a lo largo de su historia muchos detractores, pero un número superior de entusiastas. Hubo un tiempo en que se decía que, como la religión para Marx, el fútbol era “el opio del pueblo”, una especie de distracción alienante para las clases sociales explotadas, o una especie de “pan y circo” para no sentir el peso de los fardos de la injusticia. Una cierta izquierda, miope y sectaria, estaba contra el balompié, deporte que consideraba, primero, aristocrático; y después, enemigo de la razón. Hoy las cosas han cambiado, afortunadamente, y el fútbol es el gran deporte-espectáculo en la mayoría de los países del mundo.  Y es, también, una actividad universal que hace que un niño nigeriano, desde el patio de su chabola, sueñe con triunfar en Europa, mientras le da patadas a una pelota que le regaló un misionero o un cooperante.

    Y ya ha pasado de moda…, se la ha llevado el tiempo por delante, aquella canción en que la mujer lamentaba: “¿Por qué, por qué, los domingos por el fútbol me abandonas?”. Según una encuesta en que participaron 4.300 varones europeos de once países, a dos de cada tres hombres le parece 'sexy' una mujer futbolera. Aunque esta visión tiene su réplica: un 43 por ciento de las mujeres españolas asegura que estaría dispuesta a dejar a su pareja si ésta estuviese excesivamente enganchada,  demasiado obsesionada con el fútbol.

    En fin, que esta tarde comienza el Mundial de Sudáfrica, con 'La Roja' como favorita, y ojalá, como sucedía durante los Juegos Olímpicos en la Grecia clásica, en este mes de competición se parasen las guerras, cesase el odio y floreciese el buen entendimiento entre los pueblos. Durante cuatro semanas, ¡qué alivio!, se hablará en España más de Del Bosque que de Zapatero, y más de Casillas o de Albiol que de Rajoy o Montilla. Aprovechémoslo, disfrutemos, que no hay bien que cien años dure.

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