¿Está depre ZP?

Ignoro a qué genio de la estrategia política se le ocurrió colocar a Felipe González hablando inmediatamente antes que Zapatero en un homenaje a Pablo Iglesias en el Congreso de los Diputados; se trataba, supongo, de mostrar que no hay resquicios, ahora, entre ambos, y lo que se logró fue una demostración palmaria, ante medio centenar de periodistas, una docena de cámaras de televisión y muchos ex importantes del socialismo, de que, con perdón y sin desmerecer a nadie, FG vuela mucho más alto que ZP. Excepto, yo diría, en un momento determinado del discurso: cuando González dijo algo así como que ‘estamos depres’ y Zapatero le respondió una cosa que sonaba a ‘de depres, nada, Felipe’. Y, estando acertado el gran ex en el momento de baja moral que viven los socialistas,  tenía razón el actual presidente socialista en lo que a él le concierne: José Luis Rodríguez Zapatero es inmune a la depresión.

Viajeros a La Moncloa dicen lo siguiente: Zapatero evidencia físicamente la tensión que supone virar ciento ochenta grados en tus propios planteamientos, justificándolo en que lo hace, empujado por las eurofuerzas, por el bien de la nación. Pero añaden que el presidente se mantiene inconmovible: no piensa hacer crisis de Gobierno, no piensa adelantar las elecciones y le importa un comino perder las próximas elecciones, si siente que ha hecho lo que se tenía que hacer para garantizar la buena marcha del país.

Comprenderán ustedes que, con esos planteamientos, el atrincheramiento de ZP es imbatible: no cesa de repetir que a él lo único que le importa es España, y no las elecciones de 2012 –que tengo para mí que, en su fuero interno, da ya por perdidas--. Así se llega al ‘nirvana’ del llamado ‘decretazo’, así se propicia una reforma laboral de la que abominan (y eso no debe de ser necesariamente malo) patronal y sindicatos, así se puede uno encarar con un Felipe González que insinúa que ZP y sus más cercanos colaboradores están ‘depres’.

¿Depres? ¿Y qué es eso de depres?, se pregunta, sin duda, el optimista antropológico que, encima, dicen que confiesa a sus íntimos que está seguro de que España ganará el mundial de futbol . Menos mal que encuentra motivos para la euforia; pero les puedo asegurar que, con o sin victorias de ‘la roja’, Zapatero no está deprimido. Aunque, a veces, lo deprimente es que actúa como si lo estuviese.


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