La entrega de los cadáveres a sus familias se hizo en San Antonio del Táchira a través del Consulado colombiano y serán trasladados a la ciudad colombiana de Cúcuta, fronteriza con Venezuela, para ser sepultados.
Los seis colombianos viajaron juntos en agosto de 2009 desde Cúcuta, capital del departamento Norte de Santander, hasta San Cristóbal, para hacer "diligencias comerciales", según sus familiares, pero a los pocos días fueron dados por desaparecidos.
Los cuerpos entregados pertenecen a Israel Castrillón Santos, de 31 años, José del Carmen Montero Cuberos, de 38, y Jhonny Alberto Delgado Vargas, cuya edad no fue facilitada. Los otros tres desaparecidos, cuyos cadáveres no han sido identificados aún, son Gerson Flórez Forero, Jhon Geiner Palacios y Edinson Antonio Páez Moreno.
Cuando los seis cadáveres fueron hallados, a orillas del río Jaguar en el estado de Barinas, casi todos tenían las manos mutiladas y evidentes signos de torturas.
Los familiares de las víctimas reclaman a las autoridades venezolanas, con la colaboración del gobierno colombiano, el pronto esclarecimiento de la matanza y la ubicación de los responsables de la misma.
En octubre, también del año pasado, se registró otra masacre en el sector de Chururú, Táchira, donde fueron asesinados once hombres, de ellos nueve colombianos, un venezolano y un peruano.
El defensor del pueblo colombiano, Vólmar Pérez, urgió "a las autoridades de Venezuela a que se agilicen los trámites necesarios para que concluya el proceso de identificación de los tres cuerpos restantes".
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