A La Roja le falta algo

España no ofrece las mismas sensaciones que en la Eurocopa. Ya son dos partidos en Sudáfrica y La Roja no es la misma. Hay que decirlo. Es complicado saber los porqués pero a este equipo le falta algo. La reconocemos pero es como si luchara entre su identidad y la pegada. Lo que tendría que llegar como consecuencia del juego no lo hace y eso provoca una ansiedad que se nota en el lugar donde se deciden partidos y títulos: el área.

No enamora por más que nos quieran vender lo contrario. Es cierto que a Honduras se le pudo ganar por más goles, también que hubo momentos de brillantez en el juego, pero no menos lo es que el juego de España no ofrece las mismas garantías que cuando arrancó el Mundial. Y a mí, lo digo ya y ahora, no me gusta jugárnosla con Chile en el último partido. Es un duelo con muchas trampas. Y los de Bielsa también se jugarán la vida. Y a ellos les vale el empate. No lo olviden.

No me tachen de pesimista después de leer estas primeras líneas. Es más creo que lo mejor de jugárnosla a vida o muerte ante Chile es que si la moneda sale cara es posible que la moral del grupo se refuerce para los partidos a eliminatoria desde octavos. Se acaben las dudas. Y volvamos a encontrarnos con La Roja. Y ahí, entonces, cambiar la dinámica.

Después de tanta negatividad, un poco de esperanza. Y pongámonos en lo mejor. Si salimos como primeros de grupo y nos jugamos los octavos con Portugal, luego el siguiente cruce saldría del duelo entre Paraguay y Dinamarca. O lo que es lo mismo camino, más o menos, expedito hasta las semifinales. Sí, lo reconozco, soy de una generación a la que, con España, nos han contado muchas veces el cuento de la lechera. Y ya sabéis a donde ha ido el cántaro.