Miedo en el cuerpo

Cada vez queda menos y cada vez están más asustados.Hasta ahora no tomaban muy en serio los sondeos. Confiaban en remontar con los nuevos aires que Griñán llamadme Pepe iba a darle a la Junta y al partido, pero están comprobando que no sólo no despegan sino que se hunden cada día más como si andaran sobre arenas movedizas. Muchos comienzan a echar de menos al "duo dinámico" Chaves-Zarrías que, al menos, controlaba los hilos electorales de esta comunidad después de veinte años de mandato ininterrumpido. Si hace un año las encuestas daban en Andalucía un "empate técnico" entre PSOE y PP, conforme avanza el tiempo las posibilidades de los populares de alzarse con la victoria, por primera vez en treinta años, son cada vez más reales. No me extraña nada que Javier Arenas esté eufórico y le plante cara a los desdenes de Griñán llamadme Pepe, proponiéndole pactos de Estado para tratar de arreglar los problemas fundamentales que padece Andalucía. No es para menos.

Porque lo peor del asunto no son las encuestas que encarga el propio PP o los distintos grupos de comunicación que no dejan lugar a dudas, lo peor es que sus propias encuestas, las del PSOE, tampoco les son nada favorables. De hecho se han encendido las alarmas en la Casa Rosa, en San Vicente y en Ferraz y los ecos han llegado hasta la mismísima Momcloa al comprobar que, de no ocurrir un milagro, el PP arrasará en las ocho capitales andaluzas obteniendo mayorías absolutas amplias en las pròximas elecciones municipales de 2011. Incluso en otros importantes núcleos urbanos, tradicionales feudos socialistas, las distancias entre ambos partidos se acortan poniendo en peligro no sólo las alcaldías, sino las Presidencias de las Diputaciones y, lo que es peor, el control de las cajas de ahorros andaluzas. De ahí que a Griñán llamadme Pepe le hayan entrado las prisas por la fusión en un SIP entre Unicaja y Cajasol, con la compra de CajaSur al Banco de España a cargo de las dos primeras. Una fusión a la que se resiste como gato panza arriba el presidente de CajaGranada, Antonio Jara, que iría a la misma en clara desventaja. Esta supuesta Caja Única dejaría de estar controlada por las diputaciones, a través de sus consejos de administración y pasaría a estar tutelada por la Junta de Andalucía.

Griñán llamadme Pepe está convencido de que la marca PSOE es "muy fuerte" en Andalucía y que el PSOE sigue siendo el partido más valorado, "con mayor simpatía y menor rechazo, sea quien sea el candidato a la Presidencia del Gobierno". Lo ha dicho en una reciente entrevista periodística. Ya se sabe que las afirmaciones del presidente de la Junta (como las de su amigo Zapatero, el presidente "que no es bueno") no son muy fiables, sobre todo cuando se refiere a previsiones como el número de parados o el crecimiento económico. Esperemos que a la marca en la que, dice, confían los andaluces no le salgan más  pegas porque podría ocurrir que los andaluces dejáramos de confiar en ella y se pegase el gran trastazo de su reciente historia. No sería la primera vez y habrá que recordar que el anterior fracaso socialista vino de manos de la economía y de la corrupción. Y Griñán llamadme Pepe, si finalmente es el candidato a la Presidencia de la Junta, que no estoy yo muy convencido de que así sea, será el máximo responsable de este fracaso. Habrá que estar atentos.