Para empezar, Metro de Madrid ya prepara la rebaja salarial, punto de partida de todas las protestas. La empresa está estudiando enviar una carta a todos los trabajadores con su correspondiente nómina y con la rebaja del 5 por ciento en su sueldo, tanto en el mes de junio como en el de julio.
Esta rebaja en las nóminas de los dos meses se haría en aplicación de la Ley de Medidas Urgentes de la Comunidad de Madrid aprobada la semana pasada en la Asamblea y que afecta a todos los trabajadores de las empresas públicas de la región, incluidos los del suburbano.
Los sindicatos quieren negociar
Los sindicatos más representativos de estos trabajadores, por su parte, han ofrecido reunirse "inmediatamente" con la dirección de la compañía para comenzar a negociar después de que la asamblea de trabajadores aprobara el lunes, por inmensa mayoría, la propuesta del comité de huelga de desconvocar los paros hasta el próximo lunes, 12 de julio.
Pretenden que no se toquen, en la medida de lo posible, los sueldos. Para ello, apuestan por reducir gastos de publicidad y propaganda, o por ejemplo, los pluses, que no están incorporados en el salario base de los trabajadores.
Todas estas medidas tendrán que estudiarse con el fin de llegar antes de una semana a un acuerdo y no tener que recurrir a la batería de paros que tienen convocados a partir del martes, 13 de julio, y que serán los propios trabajadores, en asamblea el día anterior, los que decidan cómo llevarlos a cabo.
Aguirre no cederá a las exigencias
Mientras tanto, la presidenta de la Comunidad de Madrid,
Esperanza Aguirre, desempeña un papel clave. Aseguró este lunes que no tiene intención de ceder ante las exigencias de los sindicatos y que éstos han perdido esta batalla porque nadie les da la razón en la calle. Se siente fuerte y no cederá un palmo.
Aguirre explicó también ante el PP, muy interesado en el conflicto, que los servicios mínimos que se habían fijado la semana pasada, exponiendo que se ajustan a la Legislación vigente y también están en consonancia con una sentencia que dictó el pasado año el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, algo que le critican los sindicatos y que habría provocado que no se respetaran la pasada semana.
2.000 expedientes
Por último, está el tema de los expedientes abiertos por Metro a los trabajadores que la semana pasada incumplieron los servicios mínimos. Ascienden ya a unos 2.000.
Esta cifra duplica a los que la semana pasada tenía contabilizados y comunicados el Gobierno regional, que ya ha explicado en diversas ocasiones que el procedimiento a seguir ahora con el expediente ya abierto dependerá de cada caso y que las faltas más graves, tal y como establece la normativa, pueden acarrear el despido.
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