Con pólvora del FROB

La bronca política desatada por la candidatura de Santos Llamas a la presidencia de la Supercaja ha dejado en un segundo plano otras decisiones no menos polémicas aprobadas paralelamente por el Consejo de Administración de Caja España.

Una de ellas es el trato de favor recibido por el director general saliente, José Ignacio Lagartos, quien,  según contaba ayer la edición regional de 'El Mundo', se va a prejubilar con una indemnización de 1,22 millones de euros (más de 200 millones de las antiguas pesetas). La cifra resulta al aplicar las condiciones de prejubilación pactadas para los empleados con más de 10 años de antigüedad, circunstancia que no se da en Lagartos, quien fue nombrado en diciembre de 2003. Gracias a dicha “deferencia” el director general saliente mejorará en 400.000 euros el blindaje previsto en su contrato, que fijaba en 800.000 euros la  indemnización en caso de cese.

Lagartos se marcha con el riñón bien cubierto, aunque no llega a batir el record marcado por su antecesor en el cargo, Evaristo del Canto, quien salió de la entidad con 1,4 millones de euros bajo el brazo. Simultáneamente, el Consejo de Caja España ha revisado las condiciones contractuales del director general adjunto, Francisco Javier Agenjo, quién ocupará el mismo cargo en la nueva Caja.  Aunque se está guardando celosamente el alcance de dicha revisión, “El topillo” puede afirmar que el hipotético cese de Agenjo batiría el record establecido por Del Canto.

Por la misma razón que de los gobernantes públicos suele decirse que disparan con pólvora del Rey, de los responsables de Caja España cabría decir que lo hacen con pólvora del FROB (que por cierto también es dinero público que además posiblemente nunca se llegue a devolver).