La libertad oficial

La Junta de Castilla y León emana libertad por todos los lados, lo que en “El mentidero” es motivo de alegría por un lado, pero de preocupación por otro. Jamás el poder, históricamente,  fue amigo de la libertad. La satisfacción nos llega porque consideramos que nunca es tarde para cambiar.
              
Durante la entrega de los premios Cossío, el presidente Juan Vicente Herrera llegó a pedir a los periodistas “que ejerzáis venturosamente la libertad porque vosotros hacéis grande a Castilla y León”. Las cosas dichas así hay que celebrarlas. Que es lo que hacemos sin pelos en la lengua, lo que no nos impide tomar nota y seguir los acontecimientos para comprobar hasta dónde coinciden los deseos con la realidad.
               
Si le añadimos que recientemente en el Campus del Cossío, el portavoz de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez, les pidió a los futuros periodistas que “sirvieran a la verdad”, llegaremos a la conclusión que nunca el poder oficial estuvo tan pegado al periodismo auténtico, tan anárquico, tan poco protocolario, tan avieso, tan rebelde.
               
¿Esto es señal de que el PP es un partido liberal, abierto, centrado, como quería el popular recientemente fallecido, Félix Pastor Ridruejo? ¿O es una señal de humo, un envoltorio, un celofán sobre la siempre maltratada libertad? El tiempo, como siempre, dará y quitará razones. En El mentidero se apunta todo.