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Tensión creciente en Melilla

Tensión creciente en Melilla

viernes 13 de agosto de 2010, 11:30h
   Las atenciones de los medios informativos españoles se han ido concentrando y ampliando, en los últimos días, en lo que sucede en  Ceuta y Melilla, tras la mediación efectuada por el Rey don Juan Carlos ante su amigo el rey de Marruecos, Mohamed VI, para que la situación, que ya se venía deteriorando, no llegue a ser crítica. Pese a esa mediación, que ha suscitado reacciones encontradas en el partido opositor, el PP -a Montoro, como portavoz de guardia,  le pareció muy bien, pero a González Pons, en otra salida de tono a la que nos tiene acostumbrados, le pareció que era una inadecuada actuación del "Rey como ministro de Exteriores de Zapatero",- los acontecimientos en esa "frontera sur", representada,  sobre todo, por el paso melillense de Beni Enzar, han ido subiendo de tono y vuelven a provocar honda y permanente preocupación.

   En las últimas horas se han registrado, en particular, dos apreciables tensiones: piquetes en la frontera y desabastecimiento de algunos productos en los mercados, en el inicio del Ramadán. La Coordinadora de la Sociedad Civil del Norte de Marruecos y el Comité para la Liberación de Ceuta y Melilla no dejaron pasar camiones con frutas, verduras, pescados y mariscos ante la falta de actuación de la policía marroquí. Todo parece el principio de un plan organizado, se sospecha,  que sigue adelante pese a la llamada del Rey a Mohamed VI. Se asegura que el fin de semana inminente será tranquilo, pero que, a partir del lunes, y durante 15 días, el boicoteo afectará a los materiales de construcción.

   Desde el martes, y durante 48 horas, se impedirá el paso a las mujeres marroquíes que trabajan como empleadas domésticas. Y desde el miércoles hasta el sábado volverán a frenar la entrada de frutas, verduras y pescado. Explican que la protesta responde a agresiones recientes de la policía española en la frontera. "Nos rompen los pasaportes y nos tratan de forma discriminatoria porque sí", afirma Mounaim Chaouki, de la Coordinadora de la Sociedad Civil del Norte de Marruecos. "Desde hace un año, todo ha ido a peor", añade. Los agentes melillenses ofrecen una versión bien distinta: denuncian, al menos, cinco incidentes de carácter machista desde junio, protagonizados por marroquíes que querían cruzar a España.

   Según cuentan, insultaron y vejaron -e incluso agredieron en un caso, el 2 de agosto en Farhana- a mujeres policía, negándose a acatar su autoridad. Los marroquíes no niegan este problema, pero no lo achacan al machismo sino a las supuestas agresiones, y piden "policías veteranos y especializados" y "no en prácticas". Nada más pasar el control de Beni Enzar, en la zona entre ambas fronteras, colocaron un fotomontaje en el que aparecían, perfectamente reconocibles, nueve mujeres policía rodeadas de manos ensangrentadas. Junto a ellas, un agente que sólo se dedica a labores de informática, según fuentes policiales. A su lado pancartas, en árabe y castellano con quejas por la presunta violencia policial y reivindicaciones soberanistas sobre Ceuta y Melilla: "No podemos aguantar más las agresiones racistas"; "exigimos al Gobierno marroquí una respuesta contundente ante los procedimientos de discriminación racial"; "la sociedad civil del Rif pide a España entrar de inmediato en negociaciones serias con Marruecos para dar fin al colonialismo español en Ceuta y Melilla".

   Una treintena de miembros de las dos asociaciones marroquíes vigila muy de cerca este paso de Beni Enzar, donde, no solo los camiones tienen prohibida la entrada, también cualquier coche sospechoso. La frontera, por la que cruzan a diario y tras soportar larguísimas colas, más de 30.000 personas (en Melilla viven 75.000; en Beni Enzar, 25.000), a pie o en vehículos, estaba este viernes tranquila.  Pero las pescaderías de Melilla sólo pudieron vender ayer los excedentes del día anterior durante un rato, porque enseguida se les acabó el género y tuvieron que cerrar. En la carnicería de al lado se mostraban contentos porque ellos habían vendido el doble-. "Nos han faltado tomates, patatas, pimientos, uva, perejil, puerro, apio, calabacines...", se lamentaba en su puesto un melillense. De la Península sólo les llega mercancía, en barco, dos veces a la semana, y los productos son más caros, según explica.

   En cuanto a los organizadores del boicot, piden diálogo entre el Gobierno español y el marroquí. El representante del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Melilla, plantea la necesidad de contar con un dispositivo permanente con 200 agentes más para controlar de forma segura la entrada en la ciudad autónoma. Teme que el conflicto será permanente y que habrá que ponerle una solución estable.

De momento, es perfectamente apreciable el temor a que la tensión siga creciendo...


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