¿Qué hacemos en Afganistán?

Hoy estamos de luto por la muerte de dos guardias civiles en Afganistán. Dos hombres que estaba allí ayudando a formarse a los futuros policías afganos. Dos hombres que han perdido la vida y cabe preguntarse porqué.

   ¿Qué hacemos en Afganistán? ¿Sirve de algo que nuestros soldados, nuestras fuerzas de seguridad, estén en aquél país?

   Hace un año, dos, tres, mi respuesta habría sido que si, pero ahora creo que Afganistán es una batalla perdida y que lo único que nos va a deparar es la angustia de las perdidas humanas.

   Yo era de las que creían que la presencia de Estados Unidos y de Europa en Afganistán iba a hacer posible que las mujeres dejaran de estar consideradas poco menos que las mulas. Que poco a poco el gobierno afgano, no por su propia voluntad sino por la presión internacional, tomaría medidas para que las mujeres dejen de ser objetos y se convirtieran en ciudadanas. Pero lo cierto es que el presidente Kardazi, que tanto gusta a Occidente, va a lo suyo y lo suyo no son los derechos humanos y por tanto los derechos de las mujeres a ser tratadas como tales.

   Kardazi coquetea con los talibanes y a Occidente le parece bien, incluso hay voces occidentales que defienden que hay que entenderse con los talibanes. Pero entenderse con los talibanes es hacer concesiones a los talibanes y como ustedes saben, son un grupo de fanáticos que además odian de manera cruenta a las mujeres.

   Siempre he pensado que ese odio debería de ser estudiado desde el punto de vista psiquiátrico, porque creo sinceramente que tienen alguna anomalía mental, que no es posible que persigan a las mujeres con tanta saña, que la presencia femenina les provoque ese rechazo visceral que les lleva a maltratarlas hasta la muerte.

   Pero además hoy Afganistán no está más cerca de ser un país con unos mínimos de democracia. Mandan los señores de la guerra, los señores que trafican con adormideras.

   Pero claro Afganistán debe de ser clave para los intereses occidentales y ahí estamos pagando un tributo en vidas en un país que si me apuran, creo que no tiene mucho remedio.

   Sólo Alejandro Magno fue capaz de salir bien parado de Afganistán cuando éste país no existía como tal pero entonces, al igual que hoy, esas tierras estaban habitadas por hombres indómitos. Desde entonces ni siquiera los soviéticos, con todo su potencial militar, fueron capaces de salir airosos de su aventura afgana y lo mismo se puede decir de los estadounidenses y de los europeos a la vista de lo que está pasando.

   Me dirán que tenemos que cumplir con nuestros compromisos internacionales, que el presidente Obama le pidió al presidente Zapatero que contribuyéramos con nuestra presencia, pero sinceramente no sé que hacemos en Afganistán porque no creo que estar allí sirva para cambiar aquella  realidad.

   Solo que un día escuche a una mujer afgana decir que si nos vamos sería peor, merecería la pena quedarse, ayudar, pero me temo que las mujeres van a volver a ser sacrificadas en esos chanchullos y pactos de Kardazi y Occidente con los talibenes.Y si no al tiempo.