Juego sucio

A mí me parecen mezquinas esas acusaciones que desde el equipo de Trinidad Jiménez se lanzan sobre Tomás Gómez. Sí, me parece mezquino que le acusen de ser el candidato de la derecha. La celebración de primarias en un partido deberían de servir para que cada candidato expusiera su programa, se acercara a los militantes y estos decidieran libremente quien es más idóneo para intentar competir por un cargo de responsabilidad pública, en éste caso la Comunidad Autónoma de Madrid.

   Es verdad que en éstas primarias madrileñas lo que está en juego es algo más que la candidatura de una u otro. El presidente Zapatero y la ejecutiva federal se han implicado tan a fondo en intentar imponer a Trinidad Jiménez puesto que las encuestas dicen ser favorables a la ministra, que han terminado por crear una situación en que con Jiménez ellos también ganan o pierden. Sin pretenderlo han convertido estas primarias en unas primarias para Zapatero.

   Tomás Gómez es David contra el Gola que representa el "aparato" del partido, y en la ejecutiva federal y en el gobierno se están poniendo más que nerviosos al ver que la figura de David despierta simpatías insospechadas. Quizá por eso desde Ferraz han tocado la trompeta y están pidiendo a todos los socialistas madrileños de relieve que den un paso al frente y se decanten a favor de Trinidad Jiménez. Y ya veremos si hay alguien que se atreve a desmarcarse. En el PSOE, como en todos los partidos, funciona eso de el que se mueve no sale en la foto.

   En cuanto a la campaña de Jiménez, sinceramente creo que la ministra no necesita caer en el juego sucio permitiendo que desde su equipo más próximo se descalifique a Tomas Gómez acusándole de ser el candidato de la derecha. Sinceramente es una practica que descalifica a quién la pone en marcha.

   Bien es verdad que al principio de la campaña desde el equipo de Gómez hubo otro listo, o lista, que dijo que Trinidad Jiménez representaba la cultura del pelotazo.

   Pero más allá de ese traspiés lo cierto es que la campaña de Gómez está siendo más inteligente y eficaz que la de Jiménez, seguramente porque Gómez no tiene nada que perder y Jiménez no solo puede perder ella sino que de paso pierde Zapatero.

   En todo caso es un mal ejemplo el que se está dando desde las filas de la ministra con esas acusaciones mezquinas contra Tomás Gómez, ya que los ciudadanos nos podemos preguntar que si son capaces de decir tamañas insidias contra un compañero de su partido que no serán capaces de hacer con quienes no lo son y en un momento dado pueden ser un inconveniente para sus intereses.

   El juego sucio termina siendo un boomerang que golpea a quien lo practica, e insisto, creo que Trinidad Jiménez no lo necesita  y debería de cortar de raíz  esas practicas que se están llevando a cabo desde su entorno.

   Es evidente que Tomás Gómez es el candidato de un sector del socialismo madrileño que nada tiene que ver con la derecha. Desprestigiar a los adversarios marcándoles con etiquetas es una practica nauseabunda, y a mi juicio no merece ganar quién hace uso de esas artimañas. Y que conste que yo era de las que pensaban que Trinidad Jiménez es mejor candidata.