Las llamaditas de ZP a Urkullu

No es sólo por necesidad, pero es fundamentalmente por eso: Zapatero, gran aficionado al teléfono móvil, ha colocado en los primeros puestos de su particular agenda al del presidente del PNV, Iñigo Urkullu, con el que, según fuentes nacionalistas, conversa muy a menudo.

La razón es obvia y sobradamente conocida: Zapatero busca desesperadamente un acuerdo con el PNV para aprobar los Presupuestos del Estado para 2011, lo que permitiría mantener 'como sea' su sillón presidencial hasta 2012. Urkullu se ha convertido, por tanto, en la pieza clave de esa estrategia del 'como sea' y del 'cueste lo que cueste'.

Lo cierto es que el 24 se reunió en Madrid una delegación del PNV con otra del PSOE. En esa ocasión Urkullu les dijo que el apoyo nacionalista pasa por la transferencia de las políticas activas de empleo, y luego fijar un calendario para trasferir todas las cuestiones pendientes del Estatuto de Gernika.

Pues bien, tras esa y antes de emprender viaje a China y Japón, Zapatero llamó a Iñigo Urkullu y le dijo en privado lo que en Sanghai dijo en público: que están por la  labor de trabajar con el PNV en las cuestiones planteadas en la reunión del 24 de agosto. De ahí el enfado monumental de Patxi López, que de esto no se entera de nada; de Antonio Basagoiti, que cada vez sospecha más de su socio en Euskadi, e incluso de la comisión negociadora del PSOE con el PNV, Chaves y su mini-yo Zarrías, que ven cómo Zapatero está repitiendo con los nacionalistas vascos la misma jugada que ya ensayó con el líder de CiU, Artur Mas, para aprobar el Estatut de Cataluña.

De todo esto, precisamente, nos habla nuestro colaborador Iñaki Anasagasti en su columna semanal, que pueden leer pinchando aquí.