domingo 05 de septiembre de 2010, 23:39h
Atender a una ciudad tan grande como Guayaquil, con más de tres millones de habitantes, no es una tarea fácil; más aún si se trata de cubrir la demanda de asistencia médica y sanitaria.
En la prevención y atención de la salud del Puerto Principal intervienen varios actores: la Junta de Beneficencia, por un lado, y por el otro, el gran protagonista que es el Gobierno Nacional a través del Ministerio de Salud Pública (MSP) y sus siete hospitales.
Lo cierto es que cada entidad comparte sus beneficios, pero también sus problemas.
En la benemérita y centenaria entidad porteña, los usuarios se quejan por los precios que deben cubrir. En el MSP la gratuidad es la norma, pero no existe suficiente espacio ni personal para atender a los pacientes, que cada día aumentan en número y en dificultades por falta de espacio.
No es una competencia para saber quien llega primero a los sectores más necesitados. Se trata de trabajar coordinadamente para atenderlos. Urge, de una vez por todas, buscar mecanismos que permitan eliminar las interminables filas y lograr una atención óptima y sin costo alguno.